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Así fue el viaje en coche de Ana Julia desde Rodalquilar a la Puebla de Vícar

martes 13 de marzo de 2018, 08:39h

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Siguiendo los pasos de Ana Julia el domingo en que fue capturada, hacemos el mismo recorrido siguiendo la comitiva judicial que realizó con ella la reconstrucción de los hechos el lunes





Noticias de Almería ha acompañado a un equipo del programa Desaparecidos de TVE en un reportaje que relata el viaje que realizó Ana Julia Quezada desde que recogió el cuerpo del pequeño Gabriel, que había desaparecido en Las Hortichuelas de Níjar el 27 de febrero, y llegó a su casa, en La Puebla de Vícar, donde acabó siendo detenida por la Guardia Civil justo en el momento de meter el coche en el garaje.

Estamos en Rodalquilar a unos veinte minutos del punto donde se le pierde la pista a Gabriel, en el sitio donde está el que habría estado oculto el cadáver doce días. Es una finca de forma irregular, vallada con una tela metálica de algo más de un metro de altura pero caída en parte, por lo que acceder a ella es posible si se sube un poco por el monte. Desde allí tenemos una visión aceptable de lo que está ocurriendo dentro en esos momentos, y lo primero que llama la atención es una carpa en la parte baja, tapada en parte por la casa que tiene delante.

La entrada principal es un camino de tierra con un portón metálico y una cadena. Dentro hay varios coches de la Guardia Civil, cuyos agentes controlan el perímetro, y también es posible ver a los de la Policía Científica, con sus monos blancos, inspeccionando cada detalle del lugar en el que Ana Julia, la compañera del padre del niño, Ángel Cruz, recogió el cuerpo mientras discretamente la vigilaban los investigadores .

Aquí se trata de conocer cuanto tiempo estuvo el cuerpo allí, y si fue el único lugar o lo había tenido en otro antes. Del mismo modo buscan pruebas que puedan confirmar que no solo lo recogió, sino también que lo depositó ella.

La finca es propiedad de la familia Ángel, por lo que es posible que Ana Julia tuviera la llave de la cadena con la que se cierra el portón, ya que es la única manera de llegar al pozo en coche. De lo contrario hubiera tenido que subir y bajar con el niño en peso por el monte, lo que es improbable.

En el momento en que estamos allí, el juez de Instrucción Número 5 de Almería y la secretaria judicial, hacen una visita. Dejan el coche fuera, y entran y salen andando con documentación en la mano, tras pasar un rato en las inmediaciones del pozo al que regresarían poco después con Ana Julia para intentar una reconstrucción de lo ocurrido, que es algo en lo que ella no ha querido colaborar.

Desde donde desapareció Gabriel, hasta este lugar, que presenta el paisaje típico del Parque Natural de Cabo de Gata, con vegetación de monte bajo, hay aproximadamente una distancia de unos veinte minutos en coche.

El redactor del programa, José Araque, el cámara Nacho, el técnico de sonido Miguel, junto a Noticias de Almería, ponemos dirección a la Puebla de Vícar. Quedan por delante exactamente sesenta minutos. Queda una hora de viaje que Ana Julia hizo con el cuerpo de Gabriel, que según el informe preliminar de la autopsia presentaba traumatismos y signos de haber muerto por asfixia mecánica, cubierto de lodo, y envuelto en una manta, metido en el maletero del vehículo conducido por ella misma.

Sin duda se trata de un recorrido suficientemente largo como para dar lugar a la reflexión sobre lo que se está haciendo.

En vistazo a los alrededores es fácil comprender que buscar a alguien aquí es como hacerlo con una aguja en un pajar. Y no es que Níjar sea el municipio más extenso de la provincia de Almería, es que lo componen muchos núcleos de población muy distantes entre sí, y además cientos de viviendas aisladas, sin olvidar que hay lugares con invernaderos y asentamientos de inmigrantes. Hay cientos de pequeños pozos por toda la comarca de Níjar, muchos de ellos sin señalización o protección alguna, también balsas de riego, casas derruidas, oquedades en las montañas, y por supuesto, el mar a muy poca distancia, y carreteras que pueden llevar a cualquier lugar.

Es evidente que quien cometió el crimen era consciente de que podía ser un lugar idóneo para hacerlo y ocultar el cuerpo indefinidamente. Y Ana Julia lo sabía. No solo había estado trabajando en la zona tras llegar de Burgos con su anterior pareja, sino que desde que estaba con Ángel, también era un lugar al que acudía habitualmente los festivos para visitar a la abuela y otros familiares del pequeño Gabriel.

Si los primeros kilómetros se hacen más lentos por las condiciones orográficas y viarias, en cuanto se alcanza la autovía ya es posible aumentar la velocidad. Aun así, pocos minutos se pueden recortar a esa hora prevista, y tras dejar atrás las entradas a la ciudad de Almería, llega la de Aguadulce, luego la de Roquetas, y finalmente la de Vícar, con una señal a la derecha para subir al casco antiguo, y haciendo la rotonda, bajar hasta la Puebla de Vícar.

Una estrecha cuesta con curvas y entre invernaderos, desemboca en el Boulevard Ciudad de Vícar, una amplia vía que une los distintos núcleos de esta parte del municipio. Su casa está en esa misma calle, en el 1285, a 300 metros del Ayuntamiento, en un edificio alto, de construcción moderna, cerca también el Teatro Ciudad de Vícar.

La detención se produjo en la parte de atrás, donde está la entrada a los garajes, y aunque el viaje había sido largo, ella en ningún momento se percató de que la Guardia Civil la había estado siguiendo todo el trayecto. Hasta tal extremo llegó, que ha trascendido una llamada telefónica que le hace un periodista de El Periódico de Cataluña cuando ella está llegando a su destino; ella le responde, pero ve a la Guardia Civil y le dice en tono jocoso que va a colgar no vaya a ser que la detengan, refiriéndose a conducir mientras tiene el aparato en la mano. Y efectivamente la detuvieron pero no por eso.

Ahí, en esa calle, en cuestión de un par de minutos, los coches policiales camuflados le cierran el paso impidiéndole entrar en la cochera o maniobrar en cualquier dirección, y mientras unos agentes la esposan doblegándola contra el vehículo, otros revisan el maletero. Misión cumplida. Han encontrado a Gabriel.

En la entrada del bloque de viviendas hay un espejo, y en él, como si fuera un mar, los vecinos han colocado “pescaítos” y hasta una caña de juguete. Al pie, en el suelo, unas velas, una pecera, y un ramo de flores. En el centro, la frase “Gabriel, te esperamos”.

Uno de los vecinos, amablemente, nos cuenta que se enteraron de la desaparición del niño incluso antes de que trascendiera a los medios de comunicación, ya que fueron informados en el grupo de Whatsapp que tienen el mismo día 27. Como es lógico, en aquel momento no imaginaban ni remotamente que aquello fuera a acabar en tragedia, y mucho menos aún que lo hiciera en los términos en los que apunta la investigación, y es que su pequeño vecino moriría estrangulado a manos de otra vecina, su propia madrastra.

Por trazar alguna línea del perfil de Ángel, este vecino cuenta que es el presidente de la comunidad, y que es una persona siempre dispuesta a cumplir con ese cometido, interesándose por los problemas habituales y solucionándolos; de ella puede destacar que siempre tiene la sonrisa puesta y que es amable.

La capilla ardiente se abre en la Diputación de Almería, y dos horas antes ya había almerienses esperando para despedirse de este niño que con su sonrisa, con la fuerza de sus padres, y la brutalidad irracional de su asesinato, ha sacado lo mejor de todos y lo peor de quien acabó con su vida.

Patricia y Ángel están allí, en el Patio de Luces, con el pequeño féretro blanco ante el que ella acaba derrumbándose. El rostro de ambos refleja el dolor intenso y profundo, imposible de comparar, pero aun así, sigue respondiendo a los medios de comunicación, aun así, aceptan cada abrazo que se les da y se funden en él como si a ellos también les fuera la vida en ello.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, el presidente del PP Andaluz, Juanma Moreno, la presidenta Susana Díaz… el alcalde de Almería, el presidente de la Diputación, la alcaldesa de Níjar, el alcalde de Vícar… y prácticamente todas las autoridades de la provincia, pero también unos 5.000 almerienses, algunos de los cuales también estuvieron buscándole, o en la concentración del viernes pidiendo que apareciera, o en la del domingo en señal de duelo.

Mientras eso sucedía en la calle Navarro Rodrigo de la capital, la investigación seguía su curso, y comenzaba un despliegue de Guardia Civil a las puertas del inmueble de Vícar en el que estábamos grabando solo un par de medios de comunicación. Llegan tres coches: uno pequeño y blanco, un Citroën oscuro, y un Mercedes negro. Aparcan ante la puerta, salen los ocupantes vestidos de paisano y rápidamente se colocan chalecos con la inscripción “UCO Guardia Civil”.

Agarrada por los brazos y vistiendo la misma sudadera roja que llevaba en Rodalquilar horas antes, es introducida en el bloque esposada. Más tarde llegan el juez y la secretaria judicial, y entran también.

Comienzan a darse las primeras noticias en las televisiones sobre lo que está ocurriendo, pero también funcionan los móviles, y entre Whatsapp y Facebook, una hora después hay alrededor de trescientas personas en el lugar. Eso obliga a aumentar la presencia de guardias civiles uniformados, que hasta el momento había sido escasa.

Pasan las horas, el público desocupado crece, y entre ellos, muchos niños. Pero muchos, con el móvil en la mano.

Tras varios movimientos que hacen aventurar que van a salir, no acaba sucediendo hasta varias horas después, cuando se marcha el equipo judicial. Alguien grita “¡ahí viene!” y a pesar de que los agentes habían mandado a los espectadores a la acera de enfrente, y de haber estacionado unos vehículos a modo de barrera, en cuando sale Ana Julia con la sudadera roja y la capucha puesta, la multitud se abalanza al grito de “asesina”.

Por el lado izquierdo logra acercarse una mujer hasta llegar al coche en el que se sube la presunta criminal, y comienza a golpearlo, pero ahí los agentes actúan rápido y uno la inmoviliza cogiéndola del cuello y el brazo, retirándola mientras el resto facilita la salida del vehículo. Pero ese momento de desconcierto ha sido suficiente para que el dispositivo flaquee por el lado izquierdo, donde un hombre también busca su minuto de gloria ante las cámaras y tras un intento de agresión no tiene inconveniente en hacer declaraciones defendiendo que es padre y por eso está indignado. No explica si como padre, su ejemplo es el mejor para sus propios hijos.

Este martes tendrá lugar el funeral por Gabriel. Será en la catedral. Descanse en paz el “pescaíto”, y no pueda hacerlo quien cometió el crimen.


#Desaparecidos8 se emitirá este miércoles a las 22:40 horas en La 1 de TVE.
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