Opinión

34 aniversario del Caso Almería

Nación Andaluza | Domingo 10 de mayo de 2015


El 10 de mayo de 1981 aparece en un barranco de la carretera de Gérgal, en
Almería, un coche carbonizado con los cadáveres de tres jóvenes: Luis
Cobos, Luis Montero y Juan Mañas, este último natural del pueblo
almeriense de Pechina. La guardia civil, de manera chapucera, mintiendo y
manipulando, trató de hacer ver que los jóvenes eran terroristas que
murieron al ser tiroteados, cuando trataban de huir, al ser trasladados
por la propia guardia civil a Madrid para ser interrogados.

La única verdad es que estos tres jóvenes que venían a Almería para
celebrar la comunión del hermano pequeño de Juan Mañas, fueron confundidos
con tres militantes de ETA, sufrieron torturas y malos tratos, siendo
asesinados y apareciendo sus cadáveres en el coche de la guardia civil, no
sólo quemados sino también acribillados, mutilados y esposados.

A pesar de las evidencias de que se trataba de un crimen premeditado, y
de la participación en los mismos de al menos una decena de agentes, sólo
tres guardias civiles son condenados, y exclusivamente por homicidio, no
por asesinato. Cumplieron apenas unos años de condena, siéndoles
concedido con prontitud el tercer grado y recibiendo tras su
excarcelación una fuerte suma económica de los fondos reservados del
Estado, en concepto de retiros, a pesar de haber sido expulsados del
cuerpo.

Tanto el abogado de la familia como el Comité de apoyo que se formó en
Almería para denunciar los hechos sufrieron todo tipo de represión,
amenazas y censura por parte de las autoridades. El resto de la sociedad
almeriense, incluidas las instituciones, partidos políticos etc., no sólo
no denunciaron con firmeza los hechos sino que han tratado, como en el
caso del asesinato de Javier Verdejo, que no se vuelva a hablar de lo
ocurrido.

Desde Nación Andaluza - Almería no estamos dispuestos a que esto ocurra.
Aquello fue un claro crimen de estado que sigue impune y del que nadie ha
asumido las responsabilidades políticas, nadie pidió perdón o reconoció
el error. Los tres jóvenes del Caso Almería, son, como muchos otros
trabajadores, víctimas del régimen neofranquista, y forman parte de la
memoria histórica de nuestro pueblo que la Andalucía resistente
permanecerá manteniendo viva.

¡NI OLVIDO, NI PERDÓN!