Jose Fernández | Miércoles 20 de mayo de 2015
A pesar de llevar transcurridos más de treinta años de autonomías, la gente tiene muy poco conocimiento sobre el nivel y ámbito competencial de las diferentes administraciones y no se preocupa, ni tampoco le interesa, conocer qué organismo concreto está capacitado legal y económicamente para resolver o atender su demanda. Y la conclusión es sencilla: se lo piden todo a los ayuntamientos. Y eso pasa en Almería, pero también en todas las demás localidades en donde he podido conocer o preguntar. De ese modo, las cosas más insólitas o peregrinas no son ya solicitadas, sino directamente exigidas al Consistorio por personas que generalmente no aceptan o no quieren comprender que hay cuestiones que legalmente puedan quedar fuera de la capacidad operativa de los ayuntamientos.
Y luego está, no lo olvidemos, el elevado nivel de ocurrencia de algunos candidatos que aprovechan el revuelto caudal de la desinformación para lanzar el anzuelo a ver qué sacan. Ayer mismo, el aspirante socialista a la alcaldía, Juan Carlos Pérez Navas, cinceló en el mármol del despropósito esta sensacional frase: “Aunque el empleo no es competencia legal del Ayuntamiento, debe ser su competencia moral”. ¿Para qué queremos entonces los andaluces una Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, con su presupuesto, su consejero, su BOJA y su todo, si tenemos un candidato a alcalde que, como le pasaba a Kant, siente el imperativo categórico sobre su conciencia?
Y es que la ocurrencia del señor Pérez Navas abre interesantes perfiles de debate. ¿Debe limitarse el deber moral sólo al ámbito del empleo o lo extendemos por ejemplo al ámbito sanitario? ¿Sería un inmoral el alcalde por permanecer impávido mientras los enfermos han de ser atendidos por el Servicio Andaluz de Salud? Es lo malo de las campañas electorales, que son terrenos abonados a la demagogia y al disparate solemne. Y es que al final, no se sabe qué es más peligrosa, si la competencia moral atribuida o la simple, recordada y acreditada incompetencia a secas.