Opinión

Feria de Málaga: Bragas con "sangre"

Al Hakam Morilla Rodríguez | Martes 18 de agosto de 2015

Deploramos las groseras manifestaciones de chulería sexista de la responsable del Área de Fiestas, Teresa Porras, la cual debería comportarse en su cargo de animadora lúdica, no pareciéndose a una beata de sacristán de aldea. Obsceno no es el comportamiento de las jóvenes andaluzas, sino de las traidoras a su género que reproducen el argumentario machista más retrógrado, y sin embargo consideran quizá 'constitucional' la imposición familiar o sectaria a una muchacha para confinarla de por vida en un convento de clausura, y calzarle un negro hábito en plan burka forzoso. Tal mojigatería retrógrada propia del franquismo en una sociedad cada vez más envejecida, con decreciente natalidad, muestra a las claras la regresión que padecemos y quiénes la potencian.

No 'las bragas', sino las seseras más calenturientas o desquiciadas son las que consienten sin el menor escrúpulo la barbarie de hacer coincidir la feria malagueña con las macabras fechas del 18 y 19 de agosto de 1487, en conmemoración del genocidio de la población malagueña para regocijo de 'autoridades' serviles a la Curia vaticana en su Colonia, brutalidad que avergüenza a cualquier ser humano con unos mínimos escrúpulos morales o dotado de la menor sensibilidad.

Reprobamos la desaprensión manifiesta del alcalde, Francisco de la Torre, el cual jamás ha atendido las consideraciones de carácter ético para cambiar en el calendario estos aciagos días de luto, a otros que promuevan la alegría, el entendimiento y hermanamiento de todos los malagueños, andaluces y cuantos nos visitan.

Hasta la propia Legión, cuando intervino como fuerza de interposición en Bosnia, modificó una de sus históricas banderas donde aparecía un 'moro' con la cabeza cortada, dando pruebas de profesionalidad y espíritu europeísta en un nuevo milenio. Consideramos que cuando los vientos del fanatismo y el racismo se extienden, tanto por el norte de Europa como por Oriente Medio, y países vecinos mediterráneos, promover una aglomeración de masas con máxima afluencia turística celebrando el acontecimiento histórico de una masacre, podría incitar a agravios por humillación o mofa de los vencidos, y puede implicar poner en peligro la seguridad de todos.

Por ello exigimos las inmediatas dimisiones del alcalde Francisco de la Torre, de la concejala de Cultura y Educación Gema del Corral, de Julio Andrade, concejal de Turismo y Derechos Sociales, y de Teresa Porras, responsable del Área de Fiestas.