Juan Megino | Domingo 18 de octubre de 2015
Salvo que lo remedie el Consejo General del Poder Judicial, cuestión bastante improbable, la juez Alaya va a ser apartada definitivamente de la instrucción de los escandalosos casos de los ERE en Andalucía y de la gran trama de los Cursos de Formación. Son varios centenares de millones de Euros los hasta ahora supuestamente defraudados en la administración andaluza, que corren el gravísimo riesgo de quedar, absolutamente, en nada, ó en casi nada.
Al principio se dijo que todo estaba ocasionado por “cuatro golfos”, pero el tiempo y la instrucción han demostrado la imputación de más de 200 personajes ó personajillos, indicación bastante aproximada de que podíamos estar, siempre supuestamente, ante una piramidal estafa, tramada desde instancias superiores del poder socialista en Andalucía.
La juez Alaya solicitó en su día su salida del juzgado número 6 de los de Sevilla para su traslado a la Audiencia Provincial, con lo cual mejoraba claramente su estatus en la Administración de Justicia. Hasta aquí todo normal como también lo era que la hubieran dejado culminar la instrucción de los casos antes citados hasta su calificación definitiva y en los que lleva trabajando desde hace varios años. Pero no. Esto no va a ser posible, puesto que el TSJA (Tribunal Superior de Justicia de Andalucía) ha dictaminado que tal cometido lo realice una nueva juez, la Sra. Nuñez Bolaños.
En principio, nadie debiera cuestionar la imparcialidad y el juicio independiente de la nueva titular del Juzgado, pese a que su mayor experiencia lo haya obtenido en un Juzgado de Familia. Sin embargo, la lógica parece indicar que una instrucción que, hasta ahora, ocupa una extensión superior al millón de folios, realizada con absoluto rigor y profesionalidad, refrendada por el Tribunal Supremo en el caso de los aforados ExPresidentes de la Junta y ExConsejeros, aconsejaba que la Sra. Alaya continuara, aunque fuera de un modo transitorio, vinculada al procedimiento. Esto era lo lógico pero en el caso de la Justicia nunca se sabe.
Es público y notorio la dificultad que ha venido teniendo la Sra. Alaya por parte de la Junta, denunciada en no pocas oportunidades, a la hora de obtener información necesaria, e incluso ha habido presiones insoportables ante su Juzgado por parte de sindicalistas implicados y que, sin embargo, no han conseguido minar la voluntad de la Juez.
Si al final consiguen trocear los procedimientos, tal y como pretende la nueva juez titular, y a ello se une la dificultad que la nueva juez va a tener para profundizar en tan farragosos expedientes, se está corriendo un gravísimo riesgo de que muchos, ó algunos, de los cargos queden impunes, para escándalo de la sociedad andaluza en su conjunto y, especialmente, de los trabajadores, últimos destinatarios de esos fondos económicos, supuestamente defraudados.
Por supuesto, yo soy bastante escéptico con el resultado de la Comisión de Investigación parlamentaria sobre los Cursos de Formación, recientemente creada, como también lo fui con la Comisión de Investigación de los ERE, cerrada absolutamente en falso y sin responsabilidades para nadie.