El 20% de los actuales almerienses nació en alguna de las otras provincias andaluzas según hemos publicado en Noticias de Almería con datos oficiales del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía relativos a 2015.
Contrasta esa cifra con la de que menos del 7% de los habitantes de Andalucía ha nacido fuera de ella en territorio español, por lo que es demográficamente compacta y uniforme. En ninguna otra provincia andaluza este fenómeno llega a una cifra tan alta, una cifra que debería hacer reflexionar a quienes amparan a grupúsculos que buscan enfrentar a Almería con Andalucía, como si no fuera la una parte de la otra, o insultan “lo andaluz” no ya en la ignorancia de que “lo almeriense” forma parte intrínseca de “lo andaluz”, si no que cuando lo hacen, están insultando de entrada y como mínimo, al 20% de los almerienses.
Es poco sensato que un partido político, con él único fin de… no se sabe qué… ampare a quien descalifica al 20% de los votantes –ojo, esos son sólo los nacidos fuera de Almería, pero hay que sumarle todos aquellos que, a derecha o izquierda, se sienten plenamente andaluces-, a aquellos que acusan de sus males a “Sevilla” –donde viven 3.000 almerienses, y de donde son más de 3.200 residentes en Almería- y lo extienden a la tierra de 22.400 personas que comparten a diario su vida con ellos. Y claro, los alrededor de 50.000 almeriense que residen en el resto de Andalucía, lo hacen con enormes dificultades porque nadie les quiere, les rechazan y marginan, no les dan trabajo adecuado a su capacidad, les niegan derechos elementales... ¡vamos!
Cobijar a quienes difunden esos planteamientos excluyentes, casa poco con luego pedirles el voto para ser alcalde o para un candidato al Parlamento Andaluz.
Quienes fracasaron promoviendo a Podemos como opción de dividir a la izquierda para debilitarla logrando que la moderación del PSOE quedara en serio riesgo de defenestración, volvieron a fracasar impulsando a Ciudadanos como posible aliado hasta el punto de que en Andalucía sostiene a los socialistas y en la capital almeriense a punto estuvo, deberían ocuparse de no seguir haciendo experimentos, ni en casa, ni con gaseosa.