Mientras los ciudadanos son víctimas de las políticas de Rajoy, escuchamos hablar de Venezuela, de banderas y de pactos para distraer el verdadero objetivo, que no debería ser otro que el de desalojar a la derecha del Gobierno. Así lo explicó días atrás Susana Díaz en Garrucha.
De nada ha servido que el alcalde de la capital, el presidente de la Diputación y el presidente del Gobierno de España sean del mismo partido porque, lo cierto, es que la provincia más emprendedora del país todavía hoy reivindica infraestructuras fundamentales para su desarrollo, como el AVE o disponer del mismo ferrocarril que otras ciudades de España. Los almerienses tienen que saber que la única contribución al proyecto del AVE por parte del Gobierno de Rajoy ha sido el sellado de los túneles construidos por un Gobierno socialista.
Pero no sólo ha parado en seco las previsiones de avance de la Alta Velocidad hasta Almería, sino que también pasará a la historia por el tarifazo eléctrico a las explotaciones agrícolas y por hacer pagar a nuestros regantes el agua desalada más cara del Levante español, donde la subvenciona.
Los pensionistas, los trabajadores, los parados que no reciben prestación, las más de 5.000 cuidadoras de dependientes de Almería a las que Rajoy les ha quitado la Seguridad Social o los 19.000 emigrantes retornados de la provincia a quienes ha tratado como si fueran defraudadores, también han padecido las políticas del Partido Popular.
Mientras que con una mano retiraban medicamentos de la Seguridad Social, con la otra daban millones a los bancos; y, mientras quitaban la tarjeta sanitaria a los jóvenes en el extranjero, el dinero se les iba a manos llenas en tramas de corrupción.
Hay que ayudar a quienes más lo necesitan, generando empleo y alternativas de futuro, pero para ello necesitamos un Gobierno de España que sea sensible a las necesidades de los ciudadanos. Sólo hay una alternativa ante las opciones más extremas que plantean el resto de fuerzas, que es la que ofrece el PSOE con su candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez. Porque el único proyecto de futuro, de cambio, transformador, justo y decente es el del PSOE, porque los grandes avances en este país se han logrado siempre con gobiernos socialistas, y porque todos los derechos y libertades conseguidos llevan la marca del puño y la rosa.