Pedro Ignacio Altamirano | Lunes 22 de agosto de 2016
El Ayuntamiento de Málaga, gobernado por el Partido Popular, con el apoyo de Ciudadanos, ha vuelto de celebrar por las calles del centro, la conmemoración de la toma de la ciudad de Málaga a manos de los Reyes “Católicos” y las tropas castellanas.
Una celebración que el equipo de Gobierno intenta vestir, de la forma más cutre posible, lo que en realidad supuso el genocidio y exterminio del pueblo de Málaga. Ningún pueblo civilizado del mundo celebra el genocidio de su propio pueblo.
El PP, con el apoyo de Ciudadanos, oculta tras los farolillos y faralaes, el día en que que la Reina “Anti Católica” porque tuvo que tener muy poco de católica, cuando decidió dar un escarmiento y aviso al reino de Granada, masacrando, sin piedad alguna, a todos y cada uno de los malagueños/as que moraban en ese momento en la ciudad.
El Ayuntamiento celebra por la calles, el día en el que las malagueños musulmanes, tan malagueños o más que nosotros ya que, como mínimo, eran ocho siglos de vivir en Málaga y dar a la ciudad lo mejor de sí, haciendo de la misma, una ciudad rica y prospera que recordamos en la historia. Malagueños/as como nosotros que vivían, trabajaban en esta Ciudad del Paraíso. La única diferencia es que eran malagueños/as que practicaban la religión musulmana, en pacífica y tolerante convivencia con cristianos y hebreos. El Ayuntamiento celebra que los varones fueran masacrados, los ancianos pasados por las armas y las malagueñas y sus hijas e hijos vendidos a los castellanos como esclavos. Eso celebra nuestro actual equipo de gobierno ante una verdadera falta de respeto hacia nuestros propios paisanos.
Ayer, al paso del circo montado por el Ayuntamiento con el dinero de todos, las calles de Málaga se iban tiñendo de sangre malagueña, y en las tumbas de nuestros antepasados, de los andaluces musulmanes, Ibn Gabirol, Ibn Battuta, Averroes, Ibn Al-Baitar y otros tanto médicos, filósofos, astrónomos, físicos, arquitectos andaluces, que llevaron a nuestra tierra a lo más alto de la prosperidad y riqueza de Andalucía, que deben estar vomitando de asco, al ver cómo los malagueños de hoy vuelven a bañar las calles de málaga con la sangre de sus propios antepasados.
Los malagueños musulmanes, eran tan malagueños como los malagueños paganos fenicios, o paganos romanos, o cristianos visigodos, o musulmanes, pues la población fue siempre procesando la religión que acompañaba a la ciudad durante tu desarrollo histórico. No celebramos la toma de Málaga por los Fenicios, ni por la ocupación Romana, pero sí, la toma castellana cristiana sobre la Málaga musulmana, porque la Iglesia Católica, en esa época, era como el estado islámico hoy, masacraba, asesinaba y exterminaba a todos los que no pensaban con Roma.
La toma de Málaga recuerda mucho a la crueldad con la que los Cristiano Romanos, en julio de 1209, en Béziers, comenzaron a exterminar a los Cátaros, donde murieron cerca de 30.000 personas, fue toda una matanza en la que ni los mayores, niños ni mujeres se salvaron. Nada cambio y los propios Cristianos Romanos, repitieron la “valiente y muy católica azaña” en Málaga. Ayer el Ayuntamiento de Málaga nos recordaba a todos, que no se olvide nadie, de los que es Capaz la espada de Roma en las manos de Reyes Católicos, cuando no se obedece al Papa.
Debiéramos a comenzar a cambia el futuro, y de igual modo que comenzamos a abolir de abolir de nuestras fiestas muchas costumbre fuera de tiempo, abolir toda celebración basada en guerra, tomas, etc... pues no se puede celebrar fiesta alguna sobre los cadáveres de persona alguna. No quiera asistir a fiesta alguna que recuerde guerras, genocidios, y sangre. Comencemos a cambiar esta inhumana costumbre, pues tenemos muchas efemérides de grandeza y alegres que celebrar antes que celebrar sangre inocente.
Es por todo ello que debemos, si queremos que sea una Feria por y para todo, despojar a la misma, de todo lo que recuerde al genocidio de nuestro propio pueblo. Para que la Feria sea una fecha de alegría y compartida por todos, debemos limpiarla de sangre. Pensamos más en que el Ayuntamiento de Málaga exigiera que tanto la Corona de España, como el Vaticano, pidieran perdón al pueblo de Málaga por el exterminio de sus hijos.
Esa debiera ser la labor de un Ayuntamiento con vergüenza y amor por sus hijos de todas las etapas de nuestras historia por igual. Pues todos los malagueños/as de todas las épocas somos iguales de malagueños.
Feria Si, celebración de genocidio NO