Lo que tendrá que explicar Sánchez

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, va a tener que explicar muchas cosas, tanto si mantiene su actitud de no abstenerse para permitir la investidura de Mariano Rajoy, como si no lo hace, pero también si finalmente es él quien acaba como presidente.

Aquí los único partidos que han dejado claro qué quieren desde el principio, son el PP y Podemos, mientras que el PSOE no dice qué quiere, y Ciudadanos se debate en un quiero y no puedo.

Si por esos azares de la política, Sánchez acabara de presidente de Gobierno, contando con el voto de Podemos y la abstención de Albert Rivera, tanto uno como otro deberían explicarnos qué ha cambiado para que eso mismo no nos hubiera evitado las últimas elecciones generales.

Nadie entendería que Ciudadanos se abstuviera para permitir un gobierno de Podemos, pero es que tampoco se entendería que Sánchez aceptara ahora esta mano de Pablo Iglesias cuando la rechazó hace seis meses. Hace medio año, un gobierno PSOE-Podemos era posible con la abstención de Ciudadanos, ahora se plantea la misma posibilidad, por lo que Sánchez y Rivera nos tendrían que explicar por qué hacen ahora lo que no hicieron antes. Y ahora con menos razón, ya que todos han bajado en votos y escaños menos el PP, que se ha visto refrendado.

El problema de Rivera, que a todas luces tiene discursos de hombre de Estado, es que le persigue un complejo odio a la derecha, quizá porque no quiere verse como lo que es... Objetivamente está más cerca de las políticas sociales y económicas del PP que de las del PSOE, más cerca también de su visión del estado Español, pero también de las alianzas internacionales, y por tanto la afinidad es clara.

Pero si cuando miramos el caso de Podemos y el PSOE, intuimos que el primero se comerá al segundo si hay un pacto de gobierno común, cuando hablamos del PP y Ciudadanos casi todo el mundo opina que serán los naranjas los que se disuelvan en los azules.

Es por eso que el PSOE se resiste a un acuerdo con Podemos y Ciudadanos lo hace de mala gana con el PP.

Pero habría que añadir un detalle más, y es que eso, que lo piensan hasta los propios socialistas, no parece pensarlo Sánchez y su entorno, convencidos como están de que tienen la suerte de cara; mientras en Ciudadanos eso lo tienen claro todos -quizá no los militantes, pero sí la cúpula- y por eso mientras los socialistas no dejan de guiñarle a Iglesias, los de Rivera aprovechan cualquier excusa para poner tierra de por medio y dejar a la gaviota sola.

En todo caso, si al final hubiera un pacto PSOE-Podemos con abstención de Ciudadanos... Nos tendrían que dar muchas explicaciones sobre el más de medio año que llevamos perdido cuando eso era viable el primer día.