Opinión

Rajoy es el culpable

Juan Carlos Pérez Navas | Viernes 09 de septiembre de 2016



Si hay algo en lo que, sin duda, la inmensa mayoría de los españoles coincidimos tras la investidura fallida que vivimos la pasada semana es en que este país necesita un Gobierno y que se tiene que tratar de evitar, a toda costa, la celebración de unas terceras elecciones. Está claro que la situación es compleja pero también que tiene un culpable principal, Mariano Rajoy, que ha pretendido conseguir conformar un Gobierno por su cara bonita y usando como única arma el chantaje y la amenaza a los demás, principalmente al PSOE.

El Partido Popular no aprende -o no quiere- la lección del diálogo a pesar de que está en minoría parlamentaria y de que resulta evidente que, si por primera vez en España un presidente en funciones suspende una investidura, alguna responsabilidad en ese fracaso tiene que tener el que se ha presentado. Rajoy es, en este punto, uno de los principales problemas que tiene el país y, por ese motivo, debería de ser generoso, por una vez, y dar un paso atrás para colaborar en la búsqueda de una salida a esta situación. No hacerlo se entiende únicamente desde la perspectiva de que lo que tanto él mismo como el PP vayan persiguiendo por puro cálculo electoral, aunque no lo vayan a reconocer públicamente, es que los ciudadanos acudan a unos nuevos comicios.

Por si no fuera poco con la arrogancia y la soberbia con las que el Partido Popular gestiona este asunto, la designación el mismo día de la votación de investidura del ex ministro Soria para un puesto dentro del Banco Mundial vino a poner la guinda al pastel. ¿Cómo pueden hablar de responsabilidad o de política de estado quienes con una mano firmaban un pacto anticorrupción para tratar de llegar a La Moncloa mientras que con la otra proponían a Soria?

Frente a esa manera de actuar, los socialistas estamos demostrando en cada debate y en cada decisión adoptada nuestra voluntad de encontrar una solución que acabe con el bloqueo a nivel nacional que está provocando el PP y que, lamentablemente, en el caso de Almería viene a ser una continuación del que ha venido padeciendo la provincia con Rajoy en asuntos tan importantes como la llegada del AVE o el apoyo a la creación de empleo.

Con esa experiencia almeriense previa y con un carácter bronco constatado a lo largo de su trayectoria política, Rafael Hernando, portavoz de los populares en el Congreso y diputado nacional por Almería está jugando en este asunto un papel relevante: El de atacar a los demás de manera burda, poniendo los intereses de su partido por delante de todo, incluidas las necesidades de los almerienses a los que se supone que tendría que estar representando con su trabajo en la Cámara Baja.

En ese sentido, son muchas las justas demandas que tiene esta tierra -cansada de esperas dentro de la era Rajoy-, que los diputados y senadores del PSOE tenemos bien claras y vamos a seguir poniendo sobre la mesa tanto ahora, dentro de la actividad que las Cortes tienen la obligación de seguir desarrollando, como cuando se logre conformar Gobierno. Y así, las claves principales sobre las que los socialistas trabajamos no son otras que la mejora de las infraestructuras ferroviarias; el apoyo a los diferentes sectores productivos y la creación de empleo.

Porque el objetivo final no puede ser otro que el que Almería sea tratada por el futuro Gobierno igual de bien que lo han sido otras provincias españolas en los últimos años y porque, además, no se puede permitir que el hecho de que el Gobierno esté en funciones se convierta en excusa sistemática para no explicar por qué los agricultores de otros lugares disfrutan de una bonificación en el agua desalada que los almerienses no tienen; para no poner en marcha medidas que vengan a reducir el drama del desempleo o para no recuperar el tiempo perdido en que el AVE nos una con Madrid cuanto antes.



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