Opinión

En defensa de Almería

Juan Carlos Pérez Navas | Viernes 28 de octubre de 2016


Muchos de los problemas de nuestra provincia, entre ellos, el fundamental, que no es otro sino la falta de empleo, se resolverían si el Gobierno del Partido Popular atendiera dos reivindicaciones importantes de nuestra tierra: la dotación de agua para el desarrollo con garantías del sector agrícola en todas las comarcas y la construcción de infraestructuras de comunicación que permitieran el despegue definitivo de la industria turística, como ha ocurrido en otras provincias. A la mesa de los ministros responsables de atender ambas peticiones llegarán sendas resoluciones remitidas de manera urgente por el Gobierno de Andalucía, tras haber sido analizadas en profundidad en el 'Debate sobre el estado de la Comunidad' que ha tenido lugar estos días en el Parlamento autonómico.

Entre las medidas que la Junta de Andalucía plantea al Gobierno de España para resolver el acuciante déficit hídrico de nuestra provincia se encuentra la reparación, a la mayor brevedad, de la desaladora de Cuevas del Almanzora, inservible y arrumbada tras las lluvias torrenciales de septiembre de 2012, cuya reparación y puesta en servicio parece no ser de importancia para el Ejecutivo del Partido Popular. No nos consta que los diputados y senadores del PP en la provincia se hayan interesado ni lo más mínimo por recuperar esta gravosa infraestructura, de utilidad incuestionable para los agricultores de la zona. En cambio, sí tenemos constancia oficial de que en los Presupuestos Generales del Estado de los últimos años el Gobierno ha venido incluyendo partidas específicas para el arreglo de esta infraestructura que, sin embargo, nunca se han llegado a ejecutar y, si nadie lo remedia, volveremos a perder los 22,6 millones que el Gobierno de Rajoy presupuestó este año para repararla.

Pero no es sólo eso. Desde la Junta de Andalucía se ha instado también al Gobierno de Rajoy a que acabe con esa tremenda injusticia que supone pagar en Almería más caro el metro cúbico de agua desalada que en provincias como Murcia. No debe ser tan difícil entender que los socialistas reclamemos para nuestros agricultores que sus explotaciones funcionen en términos de igualdad de condiciones con respecto a otros territorios. Además, junto a esta medida, cuya aplicación podría ser inmediata, el Gobierno andaluz ha pedido al Ejecutivo central que estudie cómo ampliar la desaladora de Carboneras y que busque fórmulas para optimizar el uso del resto de desaladoras de la provincia.

De igual trascendencia que el agua, las comunicaciones en la provincia llevan soportando, golpe tras golpe, la política de bloqueo del Partido Popular. El último que hemos debido encajar tiene que ver con la inversión de 6.500 millones de euros en las comunidades autónomas por las que transcurre el ramal litoral del Corredor Mediterráneo de Alta Velocidad, excepto en Almería, donde no existe planificación viable para su llegada a corto plazo, y observar cómo ha desaparecido de los planes del Gobierno el eje ferroviario transversal, que tendría que conectarnos, de este o oeste, con toda Andalucía. Y ello, sin tener en cuenta que España había alcanzado un compromiso con la Comisión Europea para desarrollar estos corredores ferroviarios, en virtud del cual el Estado debía garantizar que el tramo litoral del Corredor Mediterráneo tuviera continuidad desde Murcia hasta Almería, así como prolongar el trazado hacia Granada, Antequera, Sevilla y Huelva, en los plazos exigidos por la Unión Europea. Acuerdo convertido ya en agua de borrajas.

Es importante destacar que ambas resoluciones -agua y comunicaciones- fueron aprobadas en el Parlamento Andaluz, con la abstención del Partido Popular. La realidad se impone y, hoy por hoy, podemos afirmar que los almerienses sólo cuentan con el apoyo de la Junta de Andalucía, frente a los desprecios continuos de los mandatarios populares. Pero no vamos a permitir que esta situación siga así por más tiempo porque conseguir agua y modernas comunicaciones constituye la piedra angular sobre la que debemos fundar el desarrollo de nuestra provincia, y por ello, el Gobierno andaluz vuelve a marcar el camino, frente a la desidia del PP, que parece haber olvidado las reivindicaciones más acuciantes de los almerienses.






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