Juan Carlos Pérez Navas | Viernes 04 de noviembre de 2016
En un momento en el que la ciudadanía reclama a sus representantes políticos que lleguen a acuerdos que se traduzcan en mejoras en su día a día y que contribuyan a tener las condiciones adecuadas para la generación de empleo y de riqueza, la aprobación del presupuesto de la Junta de Andalucía para 2017 es una buena noticia que, además, tiene un relevante significado social, político y económico.
Y es que Andalucía se ha convertido, por segundo año consecutivo, en la primera comunidad en sacar adelante sus cuentas como resultado de una estabilidad política que puede permitirle aprovechar al máximo el estrecho margen de la recuperación económica en beneficio de los ocho millones y medio de personas que vivimos en esta tierra. Contar con presupuesto se trata, sin duda, de una ventaja competitiva con respecto a otros territorios y de la mejor manera de impulsar la reactivación económica y social que la región y sus habitantes merecen.
Ese es el doble objetivo de unas cuentas diseñadas por el Gobierno de Susana Díaz para impulsar la actividad económica, para recuperar empleo y para dar más capacidad económica a la clase media trabajadora, al mismo tiempo que redobla esfuerzos en educación, sanidad e igualdad, que son los pilares básicos sobre los que se asienta una sociedad justa y solidaria.
Son muchos los elementos que pueden resaltarse de los presupuestos andaluces pero, en mi opinión, los 2.118 millones dedicados a innovación, desarrollo económico y fomento del empleo adquieren una especial importancia al tener como objetivo final que los almerienses y el resto de andaluces tengan un mejor futuro laboral, además de ser la continuidad de una clara apuesta reflejada en los planes de empleo, entre otras medidas, puestos en marcha en los últimos años.
En el caso de nuestra provincia, nadie pone tampoco en duda el papel económico fundamental que juegan la agricultura y el turismo, que el próximo año contarán con 174 millones para favorecer el crecimiento de las producciones agrícola y pesquera, o con avances en infraestructuras, tanto en la Autovía del Almanzora, como las relativas a la finalización de la variante de Roquetas, el desdoblamiento de la carretera de Vera a Garrucha o el mantenimiento de la financiación de la ruta aérea entre Almería y Sevilla, que mejorarán la cohesión territorial, la competitividad de nuestras empresas y nuestro atractivo como destino turístico.
En ese sentido, es incuestionable que las actuaciones señaladas para La Alcazaba y la cuantía reservada para la conmemoración del XXV Aniversario del Centro Andaluz de la Fotografía tendrán un impacto positivo en la proyección de la capital y de la provincia, además de ser inversiones necesarias desde la óptica social que las cuentas públicas deben también reflejar.
Y es que el respaldo al empleo y el desarrollo económico contemplado en los presupuestos sería claramente insuficiente si no se acompañara de la atención que requieren las personas desde el punto de vista social y, especialmente, en materia educativa y sanitaria. Esa filosofía, columna vertebral del Gobierno socialista andaluz, se traduce en un aumento de inversión del 5,5% en Salud y de casi un 4% en Educación.
Almería y los almerienses están muy presentes en esos incrementos, con unos 13 millones destinados al futuro Hospital Materno-Infantil y a la Casa del Mar, o con la previsión de nuevos centros educativos como el IES El Toyo, que va de la mano de otras diez actuaciones de construcción, ampliación o reparación de infraestructuras educativas en la provincia. Tampoco se puede dejar de lado, hablando de servicios públicos básicos para garantizar el bienestar ciudadano, el compromiso que desde el PSOE se mantiene en Andalucía con la Ley de Dependencia que, a estas alturas, la comunidad autónoma financia en un 78% frente al 22% que asume el Estado, y pese a que la Ley marca que tendría que afrontarse al cincuenta por ciento por parte de ambos.
Ante este breve resumen de todo lo que Andalucía tiene proyectado hacer, ahora lo que toca ya es poder ponerse manos a la obra cuanto antes. Para ello, después de haber contado con el apoyo de Ciudadanos en la elaboración de los presupuestos aprobados en Consejo de Gobierno, los socialistas esperamos que el Partido Popular y Podemos dejen de ser un obstáculo y que, por fin, cambien la pinza contra el Gobierno andaluz en la que se han convertido por un voto a favor de estas cuentas, y de los andaluces, en el Parlamento. Porque avanzar hacia el futuro es cosa, y responsabilidad, de todos.
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