Concluye el año y con él el primer aniversario de Ramón Fernández-Pacheco como alcalde de Almería, un tiempo “de transición”, pero “de trabajo muy intenso”, como él mismo lo ha definido, en el que se han diseñado las pautas de un nuevo modelo de gestión con la impronta de un regidor joven, pero con las ideas muy claras sobre lo que quiere para su ciudad.
Para construir un edificio lo primero es sentar las bases y es lo que nos hemos centrado estos doce meses. Sin renunciar a lo hecho años atrás, que ha sido mucho, Ramón ha dibujado las líneas maestras de su gestión, que pasan por conseguir más participación de los vecinos, para lo que hemos puesto en marcha los Presupuestos Participativos; mayor transparencia en la gestión, con la elaboración de una Ordenanza encaminada a ello; o más agilidad en la respuesta a las demandas vecinales a través de una reorganización administrativa municipal. En definitiva, queremos que el Ayuntamiento sea canalizador de las inquietudes de los vecinos, que preste un buen servicio y que solucione los problemas de los ciudadanos, no que suponga un problema para la gente.
Fijadas las reglas del juego, tenemos que mirar hacia el futuro y para ello es fundamental la elaboración de un Plan Estratégico de la Ciudad, una hoja de ruta de consenso que perdure más allá de quien ocupe el sillón de la Alcaldía y que marque el devenir de la capital en las próximas décadas. Un devenir que pasa ineludiblemente por la utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación como herramientas imprescindibles para modernizar la gestión municipal y hacer de Almería una ‘ciudad inteligente’ y por una apuesta clara por el empleo y el emprendimiento, con interesantes iniciativas como ‘El Cable’, un espacio de trabajo colaborativo para proyectos de base innovadora , y otras que llegarán de forma progresiva, como las oficina de Atención al Emprendedor, al Comerciante y al Desempleado.
Rebajar la presión fiscal, algo que ya estamos haciendo porque creemos que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de ciudadanos, impulsar las políticas sociales, facilitar la movilidad para hacer una ciudad más eficiente y sostenible y abrir nuevos ámbitos de ocio y esparcimiento como el Puerto-Ciudad son también objetivos irrenunciables en la gestión de Fernández-Pacheco. Almería avanza con rumbo firme y mano tendida hacia el futuro, aunque, como dijo el alcalde, el balance real habrá que hacerlo en mayo de 2019. Los almerienses tendrán entonces la última palabra.