Lo comprometido hace ahora un año es hoy realidad. La bajada que experimentará el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en 2017 no viene más que a significar que se está materializando la palabra adquirida por el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, en su toma de posesión de bajar los impuestos a los almerienses.
El objetivo del Equipo de Gobierno en su gestión económica sigue en esa dirección, conteniendo el gasto del Ayuntamiento y disminuyendo la presión fiscal, con bonificaciones y disminución de tasas y precios públicos, y con algo irrenunciable, la bajada del IBI, que será efectiva el próximo ejercicio y siguientes, así como otros impuestos derivados de la bajada de los valores catastrales, aprobada por el Gobierno del PP, como la plusvalía, IAE, licencias de actividad y apertura, transmisiones patrimoniales y actos documentados sucesiones y donaciones o IRPF.
Lo que queremos es que los almerienses, cuando termine este mandato, paguen menos impuestos de los que pagaban cuando comenzó la Corporación. Y estamos en disposición de cumplirlo, todo ello sin que se merme la capacidad de los servicios que se prestan al ciudadano gracias a una razonable gestión de los recursos económicos municipales.
El Ministerio de Hacienda reconoce a Almería como la capital andaluza que ejerce, en el conjunto de sus figuras impositivas, una menor presión fiscal sobre sus habitantes. Y queremos seguir siendo un referente en esta cuestión. Los almerienses somos los que hemos experimentado una mayor reducción en el recibo de IBI y Almería será la única capital de provincia de Andalucía en la que vaya a bajar este impuesto en 2017.
Lo que lamentamos profundamente es que noticias como ésta no sean apoyadas por parte de la oposición, particularmente por el senador socialista Juan Carlos Pérez Navas, a quien hay que recordarle no solo las numerosas iniciativas que desde el Ayuntamiento se han llevado a cabo para reducir este impuesto, sino también la subida exagerada que todos sufrimos en el año 2007, cuando un gobierno socialista revisó al alza la ponencia de valores, disparando el precio de nuestras casas y, por tanto, la presión fiscal sobre ellas.
Desde el Ayuntamiento, por el contrario, apostamos y defendemos que se bajen a todos los almerienses los impuestos porque creemos que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos.