Mariano Rajoy | Miércoles 08 de marzo de 2017
La igualdad real, el empleo femenino, la conciliación y la unidad en la lucha contra la violencia de género son misiones capitales de nuestro tiempo. Hoy, 8 de marzo, celebramos el Día Internacional de la Mujer, y es una jornada adecuada para que nuestra opinión pública haga balance de los logros conseguidos y se fije nuevas metas concretas.
Una de esas metas concretas, sin duda, pasa por mejorar la situación de las mujeres en el mundo laboral. Las propias Naciones Unidas, bajo el lema “Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030”, han querido reconocer la importancia de este ámbito clave para que la igualdad no sea un mero concepto o un deseo, sino una de las fuerzas positivas que definen nuestro mundo.
Vivimos, a nadie se le oculta, un escenario de profunda transformación, acelerada por la globalización y los avances tecnológicos. Es un escenario que, del mismo modo que ofrece grandes oportunidades, nos sitúa ante no menores desafíos. Por eso, en cada una de las decisiones que tomemos ahora, tenemos la oportunidad de hacer frente a la sinrazón que, históricamente, ha dejado a tantas mujeres fuera del mercado laboral o ha minusvalorado su contribución con salarios más bajos que los de sus compañeros varones.
Una sociedad moderna no puede aceptar la injusticia ni los agravios comparativos, del mismo modo que tampoco puede permitirse desperdiciar el talento de la mitad de la población. España ni puede ni quiere hacer tal cosa. Por eso, el impulso del empleo y el emprendimiento femenino guían desde el primer momento la acción política de mi Gobierno.
Nuestros objetivos son muy claros. Queremos que cada día haya más mujeres trabajando, y que cada día ocupen puestos de mayor responsabilidad, porque desde allí las mujeres pueden lograr que las cosas cambien de una forma definitiva. Queremos que la sociedad española supere las desigualdades salariales injustificadas, y estamos comprometidos con la puesta en marcha de medidas que estimulen la conciliación de la vida familiar y laboral, y la corresponsabilidad en las tareas del cuidado de los hijos. Un ejemplo de estas medidas es el incremento de 15 a 28 días en los permisos de paternidad, que entró en vigor el pasado 1 de enero.
La transformación de nuestro país necesita el concurso de todos, de mujeres y de hombres. Y es verdad que hemos hecho importantes avances. España ha recuperado ya todo el empleo femenino destruido durante la crisis, pero no nos conformamos: queremos que las cifras de empleo femenino batan su propio récord. También es cierto que la brecha de género en el empleo entre mujeres y hombres está hoy en mínimos históricos, muy por debajo de las cifras de 10 años atrás, y dos de cada 3 nuevos emprendedores desde finales de 2011 son mujeres; sin embargo, sigue habiendo camino por recorrer. Del mismo modo, hemos logrado que se hayan suavizado las diferencias salariales, y que en España sean ya menores de las que vemos en países como Alemania o el Reino Unido; además, hoy tenemos más mujeres que nunca en los consejos de Administración de las empresas más importantes del país, y ha aumentado muchísimo su presencia y protagonismo político en las diferentes Cámaras parlamentarias y en todos los niveles de Gobierno, desde los Ayuntamientos hasta el Consejo de Ministros. Pero, como decía, queda tarea por delante.
Aún persisten, en efecto, importantes desigualdades entre mujeres y hombres. Destacan las relativas al cuidado de hijos o de familiares en situación de dependencia, que colocan a las mujeres en situación de desventaja en sus carreras profesionales y contribuyen a que al final de su vida laboral alcancen unos ingresos más bajos que los de sus compañeros varones. Para compensar esta diferencia, el Gobierno ha introducido un complemento de hasta un 15% en la cuantía de las pensiones que reciben las mujeres que han sido madres. Un complemento al que ya se han acogido casi 180.000 mujeres y que en su primer año de vigencia ha reducido la brecha de género en las pensiones un 11,4%.
Además, promovemos una mayor corresponsabilidad entre hombres y mujeres. Por eso impulsamos un diálogo con la esperanza de firmar un Pacto Nacional para la Conciliación Familiar y la Racionalización de Horarios. Un pacto que incluya medidas de conciliación como el final de la jornada laboral a las seis de la tarde, que flexibilice los horarios con la implementación de fórmulas de teletrabajo, o que impulse la creación de bolsas de horas para que las personas puedan gestionar sus asuntos personales. Más allá de nuestro diálogo a favor del Pacto Nacional para la Conciliación, en el que esperamos que todas las fuerzas políticas estén a la altura de lo esperado, el Gobierno sigue impulsando su propia agenda, que se ha de plasmar en un nuevo Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades.
Me gustaría también tener en el día de hoy un sentido recuerdo por todas y cada una de las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas y por las que todavía siguen inmersas en la mayor y más insoportable manifestación de desigualdad, la violencia de género. Nuestra prioridad es apoyarlas para que puedan salir de esta situación, porque sí, hay salida, ocho de cada 10 lo logran, pero para eso necesitan el sólido respaldo del Gobierno, del resto de las administraciones e instituciones y de una sociedad como la nuestra, comprometida con la igualdad, la justicia y la dignidad de todas las mujeres.
El avance en la igualdad entre mujeres y hombres es uno de los grandes relatos de nuestra época, e impulsar esa igualdad para que sea real y efectiva constituye una de las mayores misiones que tienen ante sí nuestras sociedades abiertas. Es, ni más ni menos, lo debido a nuestra dignidad como personas y, por tanto, una de las causas más nobles y necesarias que hoy se pueden defender. Los españoles tenemos motivos para estar satisfechos de los progresos que, como sociedad, hemos ido consiguiendo juntos. Es, por tanto, un día para la celebración. Pero también para la ambición. Porque si hoy es el Día Internacional de la Mujer, queremos que todos los días del año sean su día: el de las mujeres y los hombres en condiciones de igualdad.
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