El profesor de la UAL presentó en el Parlamento Andaluz su análisis sobre esta cuestión
José Real Dato es profesor en Ciencias Jurídicas de la Universidad de Almería, y ha sido uno de los expertos invitados por la Comisión de Trabajo del Parlamento Andaluz que aborda la reforma de la actual Ley Electoral, puesta en marcha a instancias de Ciudadanos en el pacto de investidura firmado con el PSOE, pero que ya había sido una demanda de Izquierda Unida en otras legislaturas.
Real explica a Noticias de Almería los argumentos expuestos ante los parlamentarios, y en los que se deja constancia de que nuestra provincia está entre las “sobrerrepresentadas”, por lo que una modificación de la Ley encaminada a ajustar más el número de parlamentarios con la población, supondría una reducción de representantes almerienses en Sevilla.
El análisis de este profesor parte de la premisa de no modificar el Estatuto de Autonomía, que establece que la circunscripción sea la provincia, que una provincia no puede tener el doble que otra, y que el mínimo de parlamentarios sea 109. Eso, indica, delimita mucho las posibilidades de reforma, aunque destaca que el sistema actual “es ya de por sí bastante proporcional”.
Según su trabajo, si se atiende a la “proporcionalidad” exigida, son Sevilla y Málaga las circunscripciones infrarrepresentadas, y en tanto que Cádiz es la más ajustada, el resto están sobrerrepresentadas, siendo la más beneficiada Huelva. Eso supondría que “cualquier reajuste restaría a unas para acabar en las otras”.
En estos momentos Almería y Córdoba tienen 12 parlamentarios, Huelva y Jaén tienen 11, Granada 13, Cádiz 15 Málaga 17 y Sevilla 18, siendo ocho el mínimo asignado a cada una de ellas. Si se reduce el número de fijos a seis, por ejemplo, en Sevilla alcanzarían proporcionalmente los 20 ganando dos, Málaga aumentaría en tres, y Almería perdería uno, también Huelva y Granada.
Si los fijos fueran siete, casi nada se movería, ni en Almería ni en el resto de Andalucía, y solo Huelva perdería un escaño que pasaría a la circunscripción sevillana.
Con estos datos, el profesor apunta que el Estatuto también permite aumentar el número de diputados, acercándose a la ratio que tienen otras Comunidades, pero ahí señala que “habría que ver hasta qué punto los políticos serían capaces de explicar a la ciudadanía ese aumento de parlamentarios”, pero no sólo eso, también destaca que “serviría a efectos de un aumento de proporcionalidad en Málaga y Sevilla”. De su explicación se entiende que si se aumentan los escaños totales del Parlamento, y se mejora el reparto haciéndolo más proporcional, aquellas provincias infrarrepresentadas son las que podrían acabar aumentando sus parlamentarios, a no ser que el aumento fuera tal que llegara a todas, y aun así, en relación a la situación actual, las sobrerrepresentadas bajarían su peso en relación al que tienen ahora, aunque el conjunto de representantes en la nueva situación si fuera más proporcional que ahora.
A la pregunta de si una buena opción sería que hacer, como llegó a proponer UPyD, que las provincias redujeran sus representantes, y que hubiera un cupo de parlamentarios elegidos con Andalucía como circunscripción única, Real cree que “serían una cuestión a resolver por los constitucionalistas, pero no parece lógico desde el punto de vista de lo establecido en el Estatuto de Autonomía, en mi opinión”.
Si bien el profesor no entra en el debate político, sí que recuerda que utilizando datos de las dos últimas convocatorias electorales en Andalucía, los resultados no habrían sido demasiado distintos, aunque la gobernabilidad sí. Y es que si una provincia gana o pierde un escaño en una nueva redistribución como las mencionadas, no tiene por qué beneficiar a los partidos pequeños, según sus análisis. Esto por tanto no cumpliría con las aspiraciones de los grupos políticos pequeños, que son quienes más demandan los cambios.
En referencia eso último concluye que siempre el último escaño en liza en una circunscripción es el más caro, sea para un grupo o para otro. En ese sentido podemos recordar que en Almería, a igual número de escaños obtenidos al PP cada uno le costó de media más votos que al PSOE, pero también más que a Ciudadanos y a Podemos.
Y claro, no es lo mismo que en una reducción de un escaño en Almería quien lo pierda sea el PP quedándose uno por debajo del PSOE, o que Ciudadanos se hubiera quedado fuera y el pacto entre los naranjas y Susana Díaz no hubiera sido posible.