En unos días, desde el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Almería llevaremos a Pleno para su aprobación una nueva rebaja porcentual sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que se enmarca en el compromiso del alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, de bajar los impuestos y devolver con ello el esfuerzo realizado por los almerienses durante la crisis.
Esta nueva rebaja, del 1,5% para 2018, se une al mismo porcentaje aplicado en este año, y al 2% que comprometemos para 2019, de tal forma que al final de la corporación el porcentaje total de rebaja en el IBI alcance un 5%. Una disminución progresiva y sin poner en riesgo las finanzas municipales, de forma que permita seguir realizando inversiones y mantener los servicios municipales, con solvencia y eficacia, algo que, sorprendentemente, no es del agrado de la oposición, particulamente de un Psoe al que no alegran las buenas noticias.
Eso es lo que habrá bajado el IBI
en la capital en esta Corporación.
Sobre el IBI conviene no olvidar de dónde venimos y a dónde vamos. Los valores catastrales, que afectan también a Plusvalías, Sucesiones o Donaciones, entre otros, experimentaron, gracias a la ‘extraordinaria’ gestión del Partido Socialista y del entonces presidente Zapatero, un notable incremento acompañado de un aumento de los impuestos, en un momento particularmente delicado por la crisis, sin que sus compañeros/as en Andalucía y Almería abrieran la boca.
Sobrepasada la coyuntura, desde el Ayuntamiento venimos centrando todos los esfuerzos en disminuir la presión fiscal, con bonificaciones y disminución de tasas y precios públicos, para emprendedores y autónomos, y para los almerienses en general en todos sus impuestos, consecuencia de una bajada de los valores catastrales, reducidos desde 2014 en un 35%. Ningún Ayuntamiento gobernado por el partido socialista ha tomado tantas medidas en esa dirección.
Queremos que los almerienses, cuando termine este mandato municipal, paguen menos impuestos de lo que pagaban cuando comenzó la Corporación, Y estamos en disposición de cumplirlo, sin que se merme la capacidad de los servicios que se prestan al ciudadano. Pero el Psoe y su portavoz a media jornada tienen otra receta: subir impuestos y asfixiar al ciudadano. Por sus hechos los conoceréis.