La película Barbie, dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Margot Robbie, es una de las más aclamadas del año por su calidad artística y su mensaje de empoderamiento femenino, según dicen, porque yo ni la he visto ni la pienso ver. Nunca me gustó jugar con muñecas, y con Barbie mucho menos. Sin embargo, en algunos países como Argelia, Kuwait o Líbano, el filme ha sido prohibido por supuestamente "promover la homosexualidad y otras desviaciones occidentales", y hasta ahí podíamos llegar. Esta decisión es un atentado contra la libertad de expresión y la tolerancia, y demuestra el miedo que tienen algunos gobiernos a la diversidad y al cambio social.
Cuentan que Barbie es una película que celebra la individualidad, la creatividad y la amistad de una mujer que se atreve a seguir sus sueños y a romper con los estereotipos impuestos por la sociedad, pero insisto en que no la he visto, y desconozco si es cierto, pero creo como periodista en la libertad de expresión y de creación, y como mujer me desagrada esa imagen que yo entiendo que proyecta esta obra. La cinta no contiene ninguna escena explícita de contenido sexual o violento, ni tampoco hace apología de ninguna ideología política o religiosa. Simplemente muestra la realidad de muchas personas que se sienten diferentes y que buscan su lugar en el mundo.
La censura de Barbie es una muestra de la homofobia y el machismo que aún persisten en algunos países, donde se considera que las mujeres deben someterse a los roles tradicionales y que las personas LGTBIQ+ son una amenaza para los valores morales y culturales. Estos países se niegan a reconocer la diversidad humana y a respetar los derechos humanos de todos sus ciudadanos. Al prohibir una película como Barbie, no solo privan a su público de disfrutar de una obra de arte, sino que también fomentan el odio y la discriminación.
Pero esta censura no es menos grave que la que ya hemos comenzado a padecer en España con ciertas obras de teatro, o la prohibición de determinados libros en los Estados Unidos, en donde hasta hay pasajes de la Biblia que han sido eliminados.