La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha presentado un informe alarmante sobre el impacto del cambio climático en la agricultura de la provincia. Según este estudio titulado "Más claro, el agua" se pronostican pérdidas significativas para el sector agrícola almeriense, alcanzando la cifra de 1.288 millones de euros durante el periodo comprendido entre 2023 y 2030.
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Los efectos más preocupantes del cambio climático en la región estarán asociados al aumento del estrés hídrico. Si las temperaturas experimentan un incremento de un grado y medio entre 2023 y 2030, se espera una disminución del 12% en los recursos hídricos disponibles. En el caso de un aumento de dos grados, esta disminución se incrementaría a más del 15%. Esta situación afectará principalmente a cultivos como cítricos, hortalizas al aire libre y frutos secos, que son especialmente sensibles a la escasez de agua.
El informe también revela que el 6% del valor de la producción agrícola se pierde cada año debido a la siniestralidad causada por fenómenos climáticos extremos, tales como sequías, heladas, granizos e inundaciones. Miguel Padilla, secretario general de COAG, destacó en la presentación del informe que el impacto del cambio climático va más allá del simple aumento de temperatura, incluyendo una serie de fenómenos meteorológicos adversos que afectan directamente a la producción agrícola.
A pesar de la ubicación cercana al mar, lo que facilita la posibilidad de desalar agua, las proyecciones del informe resaltan la necesidad de abordar de manera urgente la sequía estructural. Se hace hincapié en la importancia de implementar medidas y políticas que mitiguen los efectos del cambio climático y protejan la sostenibilidad a largo plazo de la agricultura en Almería.