El deporte es una herramienta poderosa para mejorar la sociedad. Desde el plano de una vida activa y saludable, favoreciendo cualidades como el liderazgo o el trabajo en equipo, y también para la integración social. Es lo que hace el club deportivo Padre Huelin desde hace diez años con los pequeños de los barrios de Piedras Redondas, Araceli y Los Almendros. Su presidente, Cristóbal Hernández, explica que “trabajamos con unos sesenta niños que practican deporte en vez de estar en otros sitios, y a los que aportamos virtudes como la paciencia, colaboración, humildad, etc. Nuestro objetivo no es prepararlos para competir, sino que disfruten del juego y el deporte”.
El trabajo lo desarrollan a través de sus escuelas de baloncesto, ajedrez y klask, y con mucha imaginación. Trajeron a la provincia el klask, deporte nórdico que consiste en un tablero con imanes y campo de fútbol, donde tienes que marcar más goles que el contrario. O el ‘Basket Chess’, donde usan las canastas de baloncesto y un ajedrez gigante, y une las canastas con los movimientos del ajedrez.
Ahora han iniciado talleres semanales para enseñar el deporte klask, todos los lunes, de 18:30 a 19:30 horas, en la Parroquia de San Ignacio, en Piedras Redondas. Además, los entrenamientos de baloncesto se desarrollan en el colegio Ángel Suquía.
El concejal de Ciudad Activa, Movilidad Urbana y Deporte, Antonio Casimiro, afirma que “el club Padre Huelin es un excelente ejemplo de cómo favorecer la integración social en estos tres barrios a través del deporte. El proyecto Deporte en la Frontera es un ejemplo a seguir”.
Cristóbal Hernández asegura que “es una satisfacción comprobar los beneficios del deporte entre los escolares, y lo bien que se lo pasan. Tengo que dar las gracias al apoyo del Ayuntamiento de Almería”.