El servicio eléctrico, tras vivir en la oscuridad de las cavernas, volvió a casa a las ocho de la mañana y siete minutos de ayer martes. Desde el lunes en que se olvidó de nosotros a las doce y treinta y tres minutos de la mañana. Me parecen muchas horas sin luz y sin información, y con una Rne que intentó vendernos que no pasaba nada de importancia en el país, que la normalidad se iba recuperando y que el servicio iba volviendo, lentamente, eso sí, a diversas zonas regionales. Y que los ciudadanos éramos unos santos Job. En esto tenía razón. No nos quejamos, no asaltamos comercios, nos quedamos en cas
La España eléctrica parecía una vieja máquina que supuraba por los cuatro costados, mientras sus vecinos echaban mano a los viejos y olvidados transistores, cuando se dieron cuenta de las redes no funcionaban, los teléfonos habían dejado de comunicarte con el familiar y solo te quedaba la radio del Pedro Sánchez para que te contara lo que estaba ocurriendo en la España del siglo 21. Y te contó que nada se sabía, que habían desaparecido en cinco segundos 15 gw del servicio, algo así como el sesenta por ciento de la electricidad que ese momento necesitaba el país, y que, a falta de ella, todo se fue por el sumidero.
Sí, España se fue por el sumidero en cinco segundos. La España de Sánchez, la de la transición ecológica, la de las energías renovables, la España que cierra nucleares, que destruye pantanos, la España que nos viene vendiendo desde hace siete años este señor que duerme en la Moncloa, en cinco segundos se fue a hacer puñetas. Cuentan que alguna eléctrica ya había avisado de lo que podría ocurrir y que se pudo parar en tierras murcianas, pero para estos gobernantes todo son bulos, solo bulos y creados por la fachosfera. No les extrañe que en ese mundo de bulos en los que anda metido el gobierno de Pedro Sánchez, digan que los 15 gw que desaparecieron en cinco segundo se los ha llevado algún facha de los de Feijóo o un loco de los Abascal. Todo menos reconocer que ha logrado, en siete años, convertir a España en un país de la África más profunda.
Escribo a las nueve de la mañana del martes, hay luz en casa, pero a internet y sus redes sociales se les espera tras más de veinte y cuatro horas de horas de oscuridad, de silencios y de aventuras contadas desde la radio pública de lo que estaba ocurriendo entre los vecinos de Madrid. Qué lejos se siente uno desde Almería, oyendo esa radio que que dicen es de todos. Se acuerda uno de Rubalcaba, España no se merece un gobierno que le mienta, y cierto era. No sé cuántos años después, España no se merece que un gobierno no sepa, más veinte horas después, porqué se ha producido un apagón en toda la España peninsular. Y eso que jugamos dicen, en la champions league, y que vamos como un cohete. Beatriz Corredera, recuerdan, decía que en España nunca se daría un apagón. También lo dijo el presidente del gobierno. Pedro, ¿qué más necesitas?