La Orquesta Ciudad de Almería ha puesto hoy todo su talento y virtuosismo al servicio de las XLI Jornadas de Teatro del Siglo de Oro con su concierto ‘Coloratura’. Una cita enmarcada dentro de sus actuaciones de temporada dentro de la programación trimestral del Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería y que ha deleitado al público con la lección magistral de los dos solistas: Jesús Reina y Michael Thomas, que también ha realizado su función de dirección de la sección de cuerdas de la OCAL.
En música, la coloratura hace mención a pasajes vocales muy ornamentados, rápidos y técnicamente desafiantes. Al igual que en la música vocal, estos pasajes están llenos de virtuosismo, melismas instrumentales, con notas muy rápidas y fluidas, trinos, escalas, arpegios y otros elementos decorativos que muestran el dominio técnico del intérprete. Y ese es, nada menos, el reto afrontado de la OCAL del que, una vez más, no solo ha salido victorioso e indemne sino que ha obtenido la máxima nota posible a tener de la cerrada ovación final con la que el público ha agradecido el recital de este mediodía.
El ‘Concerto Grosso Op. 6 n.º 5 en Si bemol mayor’ de G. F. Haendel, una de las joyas del barroco inglés, ha sido la pieza inicial, con Michael Thomas haciendo el papel solista. Una pieza llena de contrastes entre las secciones rápidas expresivas, las lentas más líricas y repleta de contrapuntos.
En la segunda, de Vivaldi, el ‘Concierto para dos violines en La menor, RV 522’, ha permitido disfrutar de Thomas y Reina juntos en escena, con pasajes virtuosos y un diálogo brillante entre los dos violines solistas, mostrando el genio melódico y teatral del compositor veneciano, entre la expresividad melódica y la pausa contemplativa.
Para la tercera obra ha sido Jesús Reina quien ha realizado en solitario el papel solista en ‘El trino del diablo en Sol menor’, de Tardini. Inspirada, según cuenta la leyenda, en un sueño del compositor junto al diablo, Reina ha brillado y de qué manera en los trinos dobles y ese gusto por llevar a los límites técnicos el instrumento por parte de Tardini. Una mezcla de dramatismo y virtuosismo que ha alcanzado su cenit en el movimiento final.
Como última pieza del programa, el ‘Concierto para dos violines en Re menor, BWV 1043’ de J. S. Bach. Conocido como el “Doble de Bach”, esta obra ha combinado el rigor contrapuntístico y la sensibilidad melódica. Uno de los conciertos más sublimes del barroco alemán que ha puesto en pie al público hasta el punto de lograr que tanto Michael Thomas como Jesús Reina tuvieran que salir hasta en tres ocasiones a agradecer la cálida despedida.
Una hora antes del concierto, en la sala Cecilio Paniagua anexa a la sala principal, tanto Michael Thomas como Jesús Reina han participado en un distendido encuentro con el público que ha querido conocer más sobre el repertorio, los instrumentos o la música, en general.
Los dos solistas han compartido algunas claves del repertorio estableciendo las diferencias principales entre Haendel, Bach, Vivaldi y Tardini, “más enérgica la escuela italiana y más seria la de Bach, con mucho contrapunto”, ha afirmado Michael Thomas. Jesús Reina ha asegurado que “de la naturaleza, el violín simula los trinos de un pájaro” y también ha evocado unas declaraciones del cantaor Juan Moneo ‘El Torta’, en las que decía “yo soy un ‘interpretaor’, cantar cantan los pájaros pero porque no saben llorar”.
Una mañana de enorme nivel artístico para realce y deleite, con música, en el marco de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro.