En un giro significativo en la tradición papal, el nuevo papa, Robert Prevost, ha implementado un cambio de protocolo que lo aleja del estilo de su predecesor, Francisco. Durante su primera aparición pública, Prevost se presentó con la tradicional sotana blanca, acompañada de una muceta roja y una capa bordada en oro, marcando así un contraste notable con la sencillez que caracterizó al papa Francisco.
Este nuevo pontífice, originario de Estados Unidos y con ascendencia española, ha sido misionero agustino en Perú y se desempeñaba como 'jefe' de los obispos antes de asumir el liderazgo de la Iglesia Católica. Su elección ha suscitado interés no solo por su trayectoria, sino también por las implicaciones que su estilo podría tener en la dirección futura del Vaticano.
El cambio en la vestimenta y el protocolo refleja una posible intención de Prevost de regresar a elementos más tradicionales dentro del papado. Mientras que Francisco optó por una imagen más austera y accesible, Prevost parece inclinarse hacia una representación más ceremonial y formal.
A medida que el nuevo papa comienza su mandato, será crucial observar cómo estos cambios impactan tanto en la percepción pública como en las relaciones internas dentro de la Iglesia. La comunidad católica espera ver si esta nueva dirección traerá consigo un enfoque renovado sobre temas contemporáneos o si seguirá manteniendo los principios establecidos por su predecesor.