Un hombre ha sido declarado culpable por unanimidad por un tribunal popular, tras ser acusado de asesinar a su exesposa, Maite Corral, en su hogar familiar en Tíjola durante mayo de 2022. El jurado, que deliberó en la Audiencia Provincial de Almería, llegó a la conclusión este lunes de que el acusado actuó con plena "intención" y provocó un sufrimiento "innecesario" a la víctima, quien fue estrangulada en la cama de la vivienda mientras se hallaba desprevenida.
El jurado, en una audiencia pública, dio a conocer su veredicto, en el cual se determinó que el acusado, de 47 años, le arrebató la vida a Maite Corral, impidiendo "sin posibilidad de que esta pudiera defenderse y aumentando de manera intencionada y desproporcionada su dolor". Cada uno de los elementos centrales de la acusación fue declarado probado por unanimidad y punto por punto por los nueve miembros del jurado, tal como lo expuso su portavoz durante las deliberaciones.
El acusado, al ser interrogado en el juicio, admitió haber causado la muerte de su expareja después de pasar la tarde y la noche del 26 de mayo de 2022 junto a ella. En su declaración, reconoció que antes de agredirla, ya en la madrugada del 27, habían tenido relaciones sexuales consensuadas, y fue entonces cuando la estranguló con sus propias manos.
La causa del fallecimiento fue confirmada por los informes forenses como "asfixia mecánica por estrangulamiento manual", un aspecto que los peritos médicos ratificaron ante el tribunal. Además, estos expertos indicaron que la víctima había sufrido "mínimo tres o cuatro golpes contundentes en la cabeza" mientras aún estaba con vida, lo que, según su evaluación, agravó su sufrimiento.
La determinación del jurado se basó en la evidencia de los golpes y la falta de signos de defensa, concluyendo que la agresión ocurrió "de forma súbita, rápida e inesperada". En el instante del ataque, consideraron que Maite Corral "se encontraba tumbada y relajada en la cama de matrimonio" y "sin posibilidad de resistencia".
Alrededor de las 16:15 horas del 27 de mayo de 2022, uno de los hijos de la mujer, junto con su novia, descubrieron el cuerpo sin vida en el dormitorio. En el juicio, ambos jóvenes relataron cómo encontraron el cadáver desnudo, tendido sobre la cama y con evidentes signos de violencia. Fue la novia quien dio aviso a los servicios de emergencia. El primer agente de la Policía Local de Tíjola que llegó al lugar declaró que "impidió el acceso al interior de la vivienda hasta la llegada de la Guardia Civil".
Otras pruebas presentadas también fueron valoradas por el jurado, incluyendo el informe de autopsia, las fotografías obtenidas durante la inspección ocular, los análisis biológicos y las declaraciones de los agentes investigadores. Los restos genéticos que confirmaron las relaciones sexuales previas entre la víctima y el acusado se destacaron como evidencias clave, un hecho que fue corroborado por el propio acusado durante su interrogatorio en el juicio.
El veredicto revela que el crimen se produjo en un ambiente que aparentaba ser de cordialidad entre los involucrados, quienes compartían la crianza de dos hijos nacidos en 1999 y 2001. Además, Maite Corral contaba con tres hermanos y sus padres aún están vivos. La familia ha sentido un impacto profundo tras el asesinato, lo que ha generado en su hijo Raúl "síntomas de ansiedad y problemas de insomnio".
Es importante señalar que la acusación particular y la Fiscalía habían solicitado en un principio una condena por asesinato con alevosía, teniendo en cuenta también la agravante de parentesco. En los próximos días se establecerá la fecha para la vista de imposición de la pena.