Opinión

Ubicuidad Colomina

(Foto: DALL·E ai art).
Rafael M. Martos | Lunes 19 de mayo de 2025

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La noche del sábado dejó un nombre propio en la política local almeriense: Juan Francisco Colomina, flamante nuevo secretario general del PSOE en la capital. Su victoria, ajustada por apenas 33 votos frente al otro candidato, Antonio Ruano, debería abrir una nueva etapa en la agrupación socialista, marcada desde el inicio por no pocas incógnitas y desafíos.

Desde este medio, la noticia de su elección nos llegó teñida de una particularidad que, aunque personal, resulta reveladora sobre la comunicación política: el nuevo líder del PSOE capitalino nos tiene bloqueados en la red social X (anteriormente Twitter). Un bloqueo que, a decir verdad, resulta difícil de explicar. Por más que he intentado encontrar la publicación o el comentario que pudiera haber generado tal reacción, lo cierto es que no hemos publicado nada sobre Juan Francisco Colomina que no fuera estrictamente informativo o, como en el caso más relevante que recordamos, una simple referencia a unas declaraciones suyas en otro medio (Interalmería Televisión, en 2023), donde, en su anterior rol de secretario de Organización, aseguraba que Adriana Valverde continuaría al frente del grupo municipal pese al peor resultado electoral de la historia del partido en las municipales del 28M.

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En este punto recordamos la dificultad recurrente para conseguir entrevistas con la portavoz municipal, Adriana Valverde, desde su primera nominación en sus primeras primarias como candidata, y también imposible siendo ya candidata, tampoco en todo aquel mandato, y tampoco cuando volvió a repetirse el proceso. Pero ojo, no ha sido solo con nosotros ¿cuantas entrevistas suyas recuerdan en la prensa? Una dinámica que parece preferir los entornos más controlados de las ruedas de prensa a la interacción más abierta y profunda de una entrevista. Esperemos que la llegada de Colomina suponga un cambio de rumbo en este aspecto, y que se posicione más en la línea de la accesibilidad mostrada por anteriores secretarios generales provinciales, como Juan Antonio Lorenzo o José Luis Sánchez Teruel... o incluso yendo más atrás, el propio Martín Soler, quienes nunca tuvieron reparos en someterse a preguntas abiertas de este medio.

Este episodio, aparentemente menor, denota una actitud que choca con el necesario "talante" que se espera de un líder político, especialmente de quien aspira a reconnectar con la ciudadanía y los medios. Bloquear a un periodista o a un medio, en esencia, no bloquea solo a la persona o a la cabecera; bloquea el acceso a sus lectores, oyentes o telespectadores. Es una barrera autoimpuesta a la difusión de tu propio mensaje. No cejaremos, pese a este obstáculo digital, en solicitar una entrevista con el nuevo secretario general para conocer de primera mano su proyecto y visión para el PSOE de Almería capital.

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Pero más allá de ésto, lo que verdaderamente llama la atención del resultado de estas primarias es la elección de Colomina por parte de la militancia por encima de Ruano, y esto no por cuestiones personales de los candidatos, sino por una realidad objetiva: Juan Francisco Colomina trabaja y vive la mayor parte de la semana en Madrid, o al menos eso se le supone. Es asesor del secretario de Estado para la Memoria Democrática, Fernando Martínez, quien es a su vez el presidente del PSOE de Almería capital.

Y aquí residen, a nuestro juicio, los dos grandes interrogante y los principales desafíos para esta nueva etapa. Si algo necesita el PSOE de Almería capital, una formación que lleva dos décadas sin pisar la alcaldía y que ha sufrido duros reveses electorales, es trabajo. Mucho trabajo. Un trabajo incansable "a pie de calle", en los barrios, con los vecinos, en las asociaciones, en los plenos municipales, en cada acto público. Se necesita una presencia constante, una escucha activa y una dedicación diaria para reconstruir la confianza y generar esa fuerza que permita, si no ganar las próximas elecciones, al menos acercarse lo suficiente como para plantearse la victoria en el futuro.

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¿Cómo compaginará Juan Francisco Colomina su importante labor en un ministerio en Madrid con la ingente tarea de levantar un partido a nivel local, que demanda dedicación casi exclusiva en Almería? Es una cuadratura del círculo compleja, por no decir imposible. Dirigir y dinamizar una agrupación local desde la distancia es un hándicap enorme en política municipal, que exige piel, cercanía y mucho barro.

Este desafío de la accesibilidad y la presencia no es nuevo para el PSOE de la capital. De hecho, y ahí está la otra clave, Colomina representa continuidad, porque solo así puede interpretarse su alineamiento con el presidente del partido local, y su promoción dentro de la propia Ejecutiva.

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Le deseamos suerte a Juan Francisco Colomina en esta nueva responsabilidad. El reto es mayúsculo. Teledirigir un partido hacia la victoria desde la distancia, con el secretario general en Madrid y el presidente en Madrid la mayor parte de la semana, parece una tarea hercúlea. Queda la duda (y el morbo) de si la necesidad de trabajo en Almería podría llevar a una situación en la que la dedicación al partido suponga, de facto, pasar más tiempo en la ciudad que en el puesto de trabajo por el que se cobra en Madrid, lo cual no dejaría de ser una situación, cuanto menos, delicada.

El tiempo dirá cómo gestiona el nuevo líder socialista esta dualidad geográfica y si es capaz de inyectar al PSOE de la capital la energía y la presencia que necesita para volver a ser una alternativa real de gobierno. Desde este medio, estaremos atentos, con o sin bloqueo digital, para contarlo.

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