La sequía ha dejado una huella profunda en el ecosistema de Cataluña, provocando la mayor extinción de mariposas locales registrada hasta la fecha. Entre 2021 y 2023, se han documentado la desaparición de 210 especies de mariposas en esta región, marcando un periodo crítico en el seguimiento de estos insectos que comenzó en 1994.
Este fenómeno se debe a las condiciones climáticas adversas que han reducido drásticamente la abundancia de estas criaturas aladas. La falta de agua no solo afecta a las mariposas, sino que también tiene un impacto significativo en otros elementos del ecosistema, como los mosquitos. Aunque suelen ser considerados una molestia por sus picaduras, los mosquitos desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico.
La disminución de mariposas es un claro indicador del deterioro ambiental que enfrenta Cataluña. Las mariposas son esenciales para la polinización y la salud general de los ecosistemas, lo que plantea interrogantes sobre las consecuencias a largo plazo de su extinción.
A medida que el clima continúa cambiando y las sequías se vuelven más frecuentes, los expertos advierten sobre la necesidad urgente de implementar medidas para proteger a estas especies vulnerables y restaurar su hábitat natural. Sin acciones concretas, el futuro de las mariposas y otros insectos vitales podría estar en grave peligro.