Opinión

¿Y de las gambas, qué?

(Foto: DALL·E ai art).
Juan Torrijos Arribas | Jueves 05 de junio de 2025

Que llega el verano, a la playa, a la sardina, al jurel y a las gambas que nos dejen los políticos, que no están por la labor. Se han empeñado los bien pagados de Bruselas en que no comamos gambas de Garrucha, tampoco de Carboneras. Y en esta ocasión no podemos echar la culpa a los sindicatos, ellos van a vivir, como el resto de la ciudadanía, la misma restricción a la hora de chuparle la cabeza a tan excelente manjar. El listao nos llegará desde las costas de Marruecos o Argelia, que como ellos no son Europa, se pasan las leyes de Bruselas, por muy buenas que sean para el futuro de los mares, por el forro de sus caprichos. Y a nosotros aquí nos tienen, fastidiados por unas normas impuestas por lo políticos del Pp y del Psoe, y sin poder comer gambas frescas de nuestros mares.

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Están empeñados los líderes de los dos grandes partidos españoles, no se debe olvidar que son los que votan las leyes en Europa, en que sean otros países los que nos vayan surtiendo de productos, entre ellos los encargados de llenar las andorgas. Los agricultores están cabreados por la llegada de las patatas, los caracoles (hemos acabado en este país hasta con los caracoles, hay que importarlos de otros países, pero aquí no se ha levantado ni una voz en favor de este arrastrado y pobre molusco), los tomates, las latas de sardinas y otros productos de Marruecos, por lo que ahora serán los rayaos, como viene siendo desde hace años, aunque no se quiera decir con la boca llena, los que nos sigan llegando desde los vecinos del sur, como ha venido ocurriendo en años.

Lo saben los pescadores del puerto de la capital, de Roquetas, Adra, que han bajado al moro, como se decía, a pescar la gamba o el calamar. Pero claro, en esas aguas el parlamento europeo nada tiene que decir, y cuando lo hace, como si oyeran llover en el patio de la casa del vecino, pero nosotros, más papistas que el papa (Francisco o León), a chuparnos las cabezas de las gambas que nos lleguen desde el mismo mar, pero pescadas por otros barcos con distintas banderas, porque a unos señores que cobran en torno a trece mil euros, lo han leído bien, creíamos que eran unos diez mil, equivocado estaba, trece mil al mes, les ha salido de sus pelendengues. Si tienen paga extra en julio, sumen, sumen.

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Pocas gambas de Garrucha y Carboneras, más caras, solo para bolsillos de políticos, dicen que también de los sindicalistas y la gente de poder económico, que son los que mandan en el dinero de este país. Qué le queda al personal de a pie. Sardinas, jureles, caballas y caracoles de Turre o Carboneras, y que conste que tampoco son patriotas. En España, por acabar, hemos acabado hasta con los caracoles.