El pleno de la Diputación Provincial de Almería vivió este martes uno de los debates más intensos de la legislatura tras la presentación de una controvertida moción del grupo Vox contra el programa de enseñanza de lengua árabe y cultura marroquí en colegios públicos. La propuesta, tachada de "racista" y "peligrosa" por PP y PSOE, fue rechazada de forma rotunda tras un intercambio de acusaciones que puso al descubierto profundas divisiones sobre identidad cultural e integración.
Pedro Manuel Agüera Pedrosa (Vox) inició el debate con un discurso de tono alarmista:
"Este grupo entiende que la iniciativa implantada en 32 colegios de nuestra provincia es un proceso de islamización respaldado por PP y PSOE. Cada uno en su Gobierno no solo lo considera, sino que lo patrocina con cargo a los impuestos que pagamos los almerienses, españoles y andaluces".
El diputado exigió que la Diputación instara "al Gobierno de la Nación y a la Junta de Andalucía a suprimir de forma inmediata la enseñanza de lengua árabe y cultura marroquí. Se debe detener el fomento de la islamización que practican ambas administraciones, y promover políticas que garanticen la adaptación de extranjeros a nuestra cultura española y europea, asegurando el respeto a nuestras costumbres, tradiciones y principios éticos occidentales".
Juan Manuel Ruiz del Real (PSOE), visiblemente alterado, respondió con un tono cáustico: "¿Va a permitir que cuente hasta cinco? Porque la verdad es que uno se calienta. ¡Son ustedes unos racistas! ¿Cómo puede venir en el siglo XXI un partido a hablar de islamización negando la realidad de Almería? Esos señores [inmigrantes] tienen los mismos derechos que usted. Habla de españoles como si solo fueran rubios y blancos. ¡Hay españoles de nacimiento con otro color de piel!".
El socialista arremetió contra los fundamentos de la moción destacando que "viven en un estado aconfesional, no sé si lo saben. Me parece aberrante que un representante público traiga esto. ¿Intentan alimentar la islamofobia? Esto es racismo puro y duro. Y además son unos cobardes: cuando abrazan otras culturas es si vienen de la mano de un señor rubio como Trump, pero desprecian a quienes producen millones en nuestros invernaderos". Y concluyó rotundo afirmando que "Esta moción no hay por dónde cogerla. Es una absoluta vergüenza".
Fernando Giménez Giménez (PP), vicepresidente de la Diputación, refutó la propuesta con argumentos jurídicos e históricos: "Esta moción está fuera de lugar. Primero, la Diputación no tiene competencias en educación; segundo, este programa nace de un acuerdo internacional España-Marruecos de 1980, vigente desde 1985".
"Es totalmente opcional, extraescolar y financiado íntegramente por Marruecos. Venir aquí a dramatizar para recoger votos con posturas que parten del odio es peligrosísimo. ¿Acaso pediríamos cerrar el Instituto Cervantes por episodios oscuros de nuestra historia?", preguntó Giménez.
El popular destacó la reciprocidad cultural ya que "en Marruecos se enseña español obligatoriamente en secundaria y universidad. En una provincia cosmopolita como la nuestra, donde se convive bien, esto solo crea división. Lleva 40 años funcionando sin coste para España y sin problemas".
Agüera (Vox) insistió en su discurso de que "Esta moción era para defender nuestra cultura. El PSOE tiene doble moral: defienden una cultura que denigra a la mujer. En municipios como Níjar, Las 200 Viviendas o San Isidro estamos viviendo un cambio cultural real".
A lo que Ruiz del Real (PSOE) replicó con sarcasmo preguntando que "Cuando hablan de 'cultura española', ¿a cuál se refieren? ¿A la del hombre de Cromañón donde los hombres no pueden casarse con hombres o las mujeres no pueden trabajar? ¡No se adueñen de la cultura española! En Viator tenemos integración absoluta. Lo suyo es la cultura de la caverna".
El programa cuestionado se imparte como actividad extraescolar en centros con alta matriculación de alumnos marroquíes, facilitando su conexión con sus raíces. Según datos de la Junta, el 12% del alumnado almeriense es de origen magrebí.
Tras el debate, la moción fue rechazada por amplia mayoría. El episodio refleja la tensión en una provincia donde el 22% de la población es extranjera (mayoritariamente marroquí), y donde la agricultura intensiva depende crucialmente de esta mano de obra. Analistas políticos señalan que el enfrentamiento anticipa batallas culturales que marcarán la campaña autonómica de 2026, con Vox radicalizando su discurso identitario mientras PP y PSOE buscan contenerlo desde posiciones divergentes.