Opinión

Entre cámaras y sombras: la otra cara del cine

(Foto: DALL·E ai art).
Aixa Almagro | Sábado 05 de julio de 2025

Cuando pienso en el cine, me vienen a la mente las noches de verano en Almería, con una bolsa de pipas en la mano y el cielo estrellado como telón de fondo. Recuerdo aquellas proyecciones al aire libre, donde todos nos reuníamos para disfrutar de historias que nos hacían reír, llorar y soñar. Pero hoy, mientras escribo este artículo, no puedo evitar sentir que hay una sombra oscura detrás de esa magia. Un dato que me ha dejado helada: el 60,3% de las mujeres en el sector del cine y los medios audiovisuales han sufrido violencia sexual. Es un porcentaje escalofriante que nos debería hacer reflexionar profundamente.

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El movimiento 'Me Too' surgió como un grito desesperado por justicia y reconocimiento. En 2018, Hollywood se sacudió con testimonios desgarradores que revelaron lo que muchas ya sabíamos: el glamour del cine esconde secretos muy oscuros. Y aunque aquí en Almería no tenemos la alfombra roja de Los Ángeles, eso no significa que estemos exentos de esta problemática. ¿Acaso creéis que nuestras actrices locales están a salvo? La realidad es que muchas veces lo que sucede entre bambalinas queda oculto bajo una capa de silencio y complicidad.

Recuerdo una conversación con mi amiga Ana, actriz emergente en nuestra ciudad y cuyo nombre real no es ese. Con su mirada llena de determinación, me contó cómo había tenido que rechazar varios papeles porque le pedían “favores” a cambio de oportunidades. Me quedó grabada esa frase: “No quiero ser parte de un sistema que premia la sumisión”. Ana es valiente y sabe que su talento debe hablar por sí mismo, pero no todas tienen ese privilegio.

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En Almería hemos sido testigos del crecimiento del sector audiovisual gracias a iniciativas como el Festival Internacional de Cine de Almería (FICAL). Pero ¿a qué precio? La industria puede ser un lugar hostil para las mujeres, donde los sueños se convierten rápidamente en pesadillas. Las anécdotas son tantas como las estrellas en nuestro cielo almeriense; desde comentarios inapropiados durante audiciones hasta situaciones incómodas en rodajes. Y lo más triste es que muchas optan por callar.

La violencia sexual no entiende de fronteras ni de culturas; se cuela entre los guiones y las producciones como un fantasma indeseado. Aunque algunos casos han salido a la luz, muchos siguen ocultos por miedo al juicio social o a perder oportunidades laborales. Aquí en nuestra tierra, donde todos nos conocemos y las redes son estrechas, ese miedo se multiplica.

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Es hora de romper el silencio y dar voz a quienes han sido silenciadas. El 'Me Too' no debe ser solo un hashtag; tiene que ser un movimiento real que empodere a cada mujer del sector audiovisual, desde la actriz principal hasta la asistente de producción. Debemos crear un entorno seguro donde cada historia pueda ser contada sin temor a represalias.

Así que aquí estoy, escribiendo estas líneas con la esperanza de contribuir a un cambio necesario. Desde Almería quiero alzar mi voz junto a tantas otras mujeres valientes que luchan por sus derechos y su dignidad en una industria tan apasionante como peligrosa. Porque al final del día, el cine debería ser un reflejo de nuestras vidas, pero también un espacio donde todas podamos brillar sin miedo a las sombras.

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Y si tú también sientes esta inquietud o has vivido alguna situación similar, te animo a compartir tu historia. Juntas podemos hacer ruido y exigir un cambio real en nuestro querido mundo audiovisual. ¡Vamos a llenar esas salas con historias auténticas!