El municipio de Níjar, en la provincia de Almería, experimentó una interrupción en el suministro de agua desalada para riego que se prolongó durante cuatro días. Este corte se debió a un apagón general que afectó a la planta desaladora de Carboneras, según ha informado el Gobierno central en respuesta a una consulta parlamentaria realizada por el grupo Vox.
El incidente, ocurrido el pasado 28 de abril, dejó sin acceso al agua necesaria para las labores agrícolas en Níjar, lo que generó preocupación entre los agricultores de la zona. La falta de este recurso esencial impactó directamente en las actividades del sector primario, vital para la economía local.
La situación ha puesto de relieve la dependencia que tienen los agricultores de la desalación del agua en esta región, especialmente en épocas críticas para el riego. La paralización de la planta desaladora no solo afectó a Níjar, sino que también subraya la importancia de contar con sistemas alternativos y planes de contingencia ante posibles fallos eléctricos.
Este episodio resalta la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras y garantizar un suministro adecuado y continuo de agua desalada, fundamental para el desarrollo agrícola sostenible en Almería.