La localidad de Algemesí, en Valencia, se encuentra en estado de shock tras el trágico asesinato de una mujer y su hijo de casi tres años a manos de un hombre. Este suceso ha dejado a la comunidad consternada y ha puesto de manifiesto la complejidad de las dinámicas familiares que pueden llevar a situaciones extremas.
Según los informes, fue la madre y abuela de las víctimas, quien padece alzhéimer, la que alertó a los servicios de emergencia durante la madrugada. La víctima, identificada como Alejandra, había expresado su deseo de separarse del presunto agresor, lo que podría haber sido el detonante del crimen. A pesar de que el maltrato era conocido por la familia, Alejandra nunca presentó una denuncia formal.
La familia ha revelado que el maltrato al que estaba sometida Alejandra era recurrente. Sin embargo, ella optó por darle otra oportunidad a su pareja violento. Aunque se le ofreció apoyo económico para facilitar su separación, decidió establecer un plazo: un mes para salir con su hijo. Leidy Rodríguez, cuñada de la víctima, expresó su dolor al recordar cómo Alejandra intentaba proteger a su pequeño. “Era un niño de tres años que no podía defenderse”, comentó Rodríguez.
El perfil del agresor también ha sido objeto de atención. Según testimonios familiares, el hombre mostraba comportamientos agresivos y celosos. La suegra de Alejandra solía dormir con el teléfono a mano por si necesitaba llamar a la policía ante cualquier eventualidad. “Tenía muchos ataques de ira y era muy celoso”, añadió Rodríguez sobre el comportamiento del presunto asesino.
A pesar del conocimiento generalizado sobre la situación violenta en la que vivía Alejandra, no había denuncias previas registradas en el sistema VioGén ni ninguna acción legal en curso contra el agresor. Este hecho pone en evidencia una problemática más amplia relacionada con el miedo y la falta de recursos para escapar de relaciones abusivas.
El último episodio violento registrado ocurrió hace apenas 20 días, lo que resalta la urgencia del problema y deja claro que muchas mujeres enfrentan un ciclo difícil de romper. La tragedia en Algemesí es un recordatorio sombrío sobre las realidades del maltrato y sus devastadoras consecuencias.