El Gobierno de España ha reconocido, de forma implícita pero inequívoca, que dejó caducar la autorización ambiental que permitía acometer el proyecto de conducción de agua potable desde la desaladora del Campo de Dalías a la ciudad de Adra, una infraestructura declarada de interés general y prevista desde hace más de una década. Esta pérdida de vigencia, sin que se hiciera uso alguno de la autorización ambiental, supuso la paralización del proyecto y ha retrasado en al menos cuatro años la solución definitiva a los graves problemas de abastecimiento de agua potable que sufren tanto Adra como Balanegra.
Así se desprende del Informe de Impacto Ambiental del proyecto "Conducción de abastecimiento a Adra desde la desaladora de Campo de Dalías", publicado en el Boletín Oficial del Estado el 23 de junio de 2025. En el documento se recoge que la anterior Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que había sido emitida favorablemente por el Ministerio de Medio Ambiente el 19 de mayo de 2017, quedó caducada en mayo de 2021 "sin que se haya procedido a la ejecución del proyecto".
Este reconocimiento deja constancia de que, pese a disponer desde 2017 de todas las autorizaciones ambientales necesarias, el Gobierno del Estado —bajo mandato socialista desde junio de 2018 tras la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa— no activó el procedimiento de ejecución del proyecto, dejando expirar la vigencia de la DIA sin realizar obra alguna.
El proyecto tenía como objetivo la construcción de una conducción de 12.615 metros de longitud y 350 mm de diámetro que conectara el depósito de regulación de la desaladora de Campo de Dalías con el depósito de Puente del Río, en Adra, con una derivación intermedia hacia Balanegra. La obra garantizaría el suministro de agua potable en condiciones óptimas para una población que ha visto deteriorarse sus fuentes tradicionales (surgencias y pozos) debido al incremento de salinidad y contaminación vinculadas a la actividad agrícola.
Además, la actual conducción que abastece a Adra está compuesta por fibrocemento, se encuentra deteriorada y resulta insuficiente para cubrir la demanda actual y futura de la población.
El carácter esencial de esta obra queda también reflejado en su inclusión en la Ley 11/2005, de modificación del Plan Hidrológico Nacional, lo que la eleva a la categoría de obra de interés general del Estado. A pesar de ello, y aunque en 2017 el Gobierno del Partido Popular dejó tramitada una DIA favorable, la llegada del nuevo Ejecutivo en 2018 supuso un parón absoluto en el proceso. Como señala ahora el documento oficial, "no se ha procedido a la ejecución del proyecto" en todo el tiempo de vigencia del informe anterior.
Han tenido que pasar cuatro años desde que expiró aquella DIA para que se haya vuelto a iniciar un procedimiento ambiental simplificado y obtener nuevamente una resolución favorable, lo que ocurrió el pasado 11 de junio de 2025. Si se contabiliza desde la primera autorización de 2017, el retraso asciende ya a ocho años.
Durante todo ese tiempo, Adra y Balanegra han seguido enfrentando los mismos problemas de suministro. De hecho, en el nuevo expediente ambiental se recoge que ambos ayuntamientos han solicitado concesiones de agua desalada: 2,4 hm³/año para Adra y 200.000 m³ para Balanegra, concesiones que ya han sido otorgadas, pero que no han podido materializarse por la ausencia de infraestructuras.
En el nuevo procedimiento ambiental simplificado iniciado en octubre de 2024, el promotor del proyecto es ACUAMED y el órgano sustantivo es el Ministerio para la Transición Ecológica. El 15 de noviembre de ese año se inició la fase de consultas a administraciones públicas y entidades interesadas. De los organismos consultados, emitieron informe favorable o respuesta entidades clave como:
La Subdelegación del Gobierno en Almería
La Dirección General de Sostenibilidad Ambiental y Economía Circular (Junta de Andalucía)
La Dirección General de Salud Pública, de Ordenación Farmacéutica, de Patrimonio Histórico, y de Recursos Hídricos, entre otras
El Ayuntamiento de Adra, que dio su apoyo al proyecto
El MITECO, a través de sus diferentes subdirecciones
Sin embargo, hubo entidades que no respondieron o no emitieron informes, como:
La Diputación Provincial de Almería
El Ayuntamiento de El Ejido
El Ayuntamiento de Balanegra
Varias direcciones generales de la Junta de Andalucía
Organizaciones ecologistas como WWF/Adena, SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción o el Grupo Ecologista Mediterráneo
El trazado previsto atraviesa los términos municipales de El Ejido, Balanegra y Adra. La conducción está dimensionada para satisfacer una demanda futura de hasta 11.500 m³/día en 2039, y se abastecerá por gravedad, reduciendo el consumo energético. El proyecto contempla medidas de protección ambiental detalladas y ha sido evaluado con criterios de mínimo impacto sobre espacios protegidos como la ZEC "Río Adra" y la ZEPA "Albufera de Adra".
La obra discurrirá soterrada y se ha diseñado para evitar afecciones significativas a la biodiversidad, el patrimonio cultural y el entorno agrícola, predominante en la zona. La nueva resolución considera que el proyecto no requiere evaluación ambiental ordinaria, por lo que allana el camino a su ejecución inmediata.
El expediente oficial deja claro que la inacción administrativa durante los últimos años ha supuesto un importante retraso para un proyecto vital. No se trata solo de burocracia: es la salud, la calidad de vida y la sostenibilidad del abastecimiento hídrico de miles de personas en el Poniente almeriense.
Que un Gobierno dejara caducar una autorización ambiental ya obtenida, sin tramitar a tiempo una prórroga o iniciar la ejecución de una obra declarada de interés general, evidencia una falta de voluntad política que ahora se intenta rectificar, tarde y con evidentes consecuencias. Si finalmente la obra se pone en marcha en los próximos meses, no será gracias a una buena gestión, sino a pesar de un abandono administrativo que ha costado años.