Íñigo Errejón ha solicitado a la actriz Elisa Mouliaá que se retracte de sus afirmaciones, en las cuales la actriz sostiene que él extorsionó a dos testigos. En caso de que no se produzca esta retractación, Errejón ha manifestado su intención de presentar una querella contra Mouliaá por calumnias. Además, está exigiendo una indemnización de 10.000 euros.
Este conflicto legal surge en el contexto de un caso en el que un psiquiatra y un psicólogo han sido llamados a declarar ante el juez, a solicitud de Mouliaá. La situación ha generado atención mediática debido a las serias acusaciones formuladas por la actriz.
Errejón ha tomado medidas legales para proteger su reputación frente a lo que considera acusaciones infundadas. La solicitud de retractación es un paso previo antes de proceder con acciones judiciales más severas, como la mencionada querella.
El proceso judicial se encuentra en curso, y las declaraciones de los profesionales de la salud mental están siendo consideradas relevantes para esclarecer los hechos relacionados con este asunto.
La decisión de Errejón de actuar legalmente subraya la gravedad con la que toma estas acusaciones. El resultado del caso podría tener implicaciones significativas tanto para él como para Mouliaá, dependiendo del desenlace de las declaraciones y pruebas presentadas ante el juez.
En resumen, el enfrentamiento entre Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá se centra en alegaciones graves que podrían derivar en consecuencias legales importantes si no se resuelven adecuadamente.