Un taxista y un árbitro de fútbol han sido condenados por llevar a cabo tratamientos de ortodoncia sin contar con la titulación necesaria para ejercer como profesionales sanitarios. La sentencia también incluye a un dentista colegiado que colaboró con ellos, permitiéndoles realizar intervenciones en pacientes.
Las autoridades judiciales han tomado esta decisión tras investigar las actividades realizadas por estos individuos, quienes actuaron sin la formación adecuada y pusieron en riesgo la salud de sus pacientes. Este caso resalta la importancia de la regulación en el ámbito de la salud y las consecuencias legales que pueden derivarse de la práctica ilegal de profesiones sanitarias.
El tribunal ha determinado que tanto el taxista como el árbitro llevaron a cabo procedimientos relacionados con ortodoncia, lo cual es una actividad reservada exclusivamente a los profesionales debidamente acreditados. Además, se ha señalado que el dentista que colaboró con ellos no solo facilitó su actuación, sino que también fue cómplice en este ejercicio ilegal.
Este tipo de situaciones pone de manifiesto la necesidad de una mayor vigilancia y control sobre quienes ofrecen servicios relacionados con la salud, así como la responsabilidad que tienen los profesionales sanitarios al permitir que personas no cualificadas realicen prácticas médicas.