La ciudad de Almería ha alcanzado en 2024 el nivel de deuda viva más bajo de los últimos quince años, situándose en 70,04 millones de euros, según los datos oficiales recopilados en el portal especializado en finanzas municipales. Esta cifra no sólo refleja una mejora respecto al año anterior —cuando se contabilizaban 81,88 millones—, sino que también supone una reducción de más de 10 millones de euros respecto a 2010, cuando la deuda viva alcanzaba los 80,1 millones.
El dato cobra aún más relevancia si se observa la evolución completa desde 2008. En los años posteriores a la crisis financiera, el endeudamiento del Ayuntamiento de Almería fue creciendo hasta tocar techo en 2015, con más de 103 millones de euros y una deuda por habitante que rozaba los 533 euros. Desde entonces, la tendencia ha sido decreciente, aunque con ligeros repuntes puntuales, hasta lograr este mínimo histórico en 2024, en el que la deuda per cápita se sitúa en 347 euros, una caída del 35% respecto a los niveles máximos.
En paralelo al descenso de la deuda total, también ha bajado de forma clara la deuda por habitante. La cifra más alta se alcanzó en 2015, con 533 euros por cada vecino censado. Desde entonces, el Ayuntamiento ha logrado reducir esa carga hasta los 347 euros actuales, coincidiendo con una estabilización demográfica: la población empadronada apenas ha variado desde entonces, oscilando entre los 198.000 y los 202.000 habitantes.
Esta evolución implica una gestión más contenida del gasto financiero del consistorio, especialmente si se contrasta con la época de mayor endeudamiento, en la que los costes de financiación eran mucho más elevados y lastraban la capacidad inversora del municipio.
Si bien Almería no es la capital andaluza que más ha reducido su deuda en términos absolutos —honor que corresponde a Málaga, que ha rebajado su pasivo en casi 400 millones desde 2008—, sí presenta una evolución sostenida y ordenada desde el punto más alto de 2015. Sevilla, por ejemplo, ha pasado de 421 millones en 2008 a 238 en 2023, y Córdoba ha logrado reducir su deuda en más de 60 millones. En cambio, ciudades como Granada, Huelva y, sobre todo, Jaén, han incrementado significativamente su endeudamiento. Esta última ha multiplicado por más de seis su deuda, pasando de 87 a 547 millones.
En este contexto, el caso almeriense destaca por haber alcanzado un punto de equilibrio: la deuda no ha sido eliminada, pero sí contenida, y su nivel actual es proporcionalmente bajo si se considera el tamaño del municipio.
La reducción de la deuda no implica necesariamente una mejora inmediata en la calidad de los servicios públicos o en la inversión municipal, pero sí permite al Ayuntamiento operar con mayor flexibilidad financiera. La rebaja de la deuda viva —que no incluye otros compromisos como el pago a proveedores o los pasivos contingentes— permite al consistorio una mayor capacidad de maniobra ante futuras crisis o necesidades extraordinarias.
Además, el descenso llega en un contexto en el que muchas administraciones locales han tenido que hacer frente a mayores gastos estructurales, especialmente tras la pandemia, y en un entorno de tipos de interés más volátiles.
Año | Deuda total (millones €) | Deuda per cápita (€) |
---|---|---|
2010 | 80,10 | 423 € |
2015 | 103,52 | 533 € |
2020 | 74,76 | 371 € |
2023 | 81,88 | 408 € |
2024 | 70,04 | 347 € |
Fuente: Portal de Deuda Municipal (Ministerio de Hacienda)
Habrá que esperar a cierre del ejercicio de 2025 para saber si esta tendencia descendente se consolida o si se trata de una reducción puntual. En todo caso, la fotografía actual permite afirmar que la capital almeriense ha logrado encauzar su deuda hasta mínimos históricos, sin recurrir a medidas drásticas, y con un comportamiento más favorable que otras ciudades de tamaño y contexto similares.
Con una política de gasto prudente, el Ayuntamiento podría ahora redirigir parte de su margen financiero a proyectos estratégicos que contribuyan a transformar la ciudad sin poner en riesgo su estabilidad económica. La deuda, como la fiebre, no es un problema por sí misma, pero siempre conviene tenerla bajo control. Y, al menos por ahora, Almería parece haber recuperado el termómetro.