El Barrio Alto de Almería, un barrio con mucha solera y tradición de la ciudad de Almería, se ha convertido en otro símbolo del olvido y la desatención municipal. Sus vecinos, hartos de la situación, denuncian el “completo abandono” al que, aseguran, los tiene sometidos el Ayuntamiento. El barrio sufre “un rosario de problemas”, según la portavoz del PSOE, Fátima Herrera, que van desde aceras intransitables hasta la falta de servicios básicos de limpieza, lo que ha fdansformado la vida cotidiana de los vecinos en un “auténtico calvario”.
“Es imposible andar por aquí”, ésta es la queja unánime que se escucha entre los residentes del Barrio Alto, especialmente los más mayores. “Las aceras están destrozadas, con losas rotas, desniveles peligrosos y tramos sin pavimentar”, una situación que, según Fátima Herrera, “convierte un simple paseo en un peligro para peronas mayores o movilidad reducida”. “El barrio es intransitable para quienes se desplazan en silla de ruedas o con andador”, asegura.
A este problema se suma el de los numerosos solares abandonados, convertidos en auténticos “estercoleros” a cielo abierto. Llenos de basura, muebles viejos y electrodomésticos, estos espacios no solo generan malos olores y plagas de insectos, sino que también representan un riesgo para la salud pública. La portavoz socialista ha señalado que “la situación es tan grave que los propios vecinos se ven obligados a limpiar estos solares ante la inacción del consistorio”.
La gestión de la limpieza, al igual que en el resto de Almería, es otro de los puntos más criticados, así como la falta de contenedores. “Los contenedores de basura son escasos y, a menudo, están saturados”, han explicado los vecinos a la concejala del PSOE, si bien lo más grave es que hay “ausencia total” de contenedores de reciclaje para papel y cartón en toda la calle Real del Barrio Alto, a pesar de los numerosos comercios que alberga.
La imagen de los contenedores desbordados, con la basura esparcida por las calles, se ha convertido en una estampa habitual que avergüenza a los residentes de esta zona.
En una reciente visita al barrio, uno de los aspectos sobre los que los vecinos llamaron la atención de Fátima Herrera fue la situación de la calle Espino. Se trata de una pequeña calle peatonal por la que a diario circulan centenares de niños de los colegios Safa y Luis Siret, en la que hay una casa en ruinas en un estado muy peligroso. Según han traslado los vecinos, esta circunstancia ha sido puesta en conocimiento del Ayuntamiento “pero no hacen nada”, aseguran. Por dicha calle, que es peatonal, también circulan vehículos a gran velocidad, por lo que los vecinos solicitan unos bolardos para evitar la entrada de coches, furgonetas y motos.
Fátima Herrera lamenta que “la sensación de frustración de estos vecinos es palpable, se sienten ciudadanos de segunda, relegados al olvido por un Ayuntamiento que invierte en obras innecesarias, como las del Paseo, mientras los barrios tienen muchas necesidades”.
En su opinión, “el Barrio Alto, con su encanto y su gente, podría estar mucho mejor, pero necesita que la administración le devuelva la ilusión a los vecinos y les brinde los servicios y el cuidado que todo ciudadano merece, independientemente del barrio en el que esté”.