El ministro Félix Bolaños ha garantizado que la reforma de la desaladora de Carboneras no tendrá un impacto negativo en el consumo de agua ni en el riego agrícola. Durante una reciente intervención, subrayó que, a pesar de que la planta actualmente "no está funcionando a máximo rendimiento", se encuentran operativas diez de las doce líneas disponibles.
Esta declaración llega en un contexto donde la gestión del agua es crucial, especialmente para las comunidades agrícolas que dependen de estos recursos. La desaladora, ubicada en Almería, es fundamental para asegurar el suministro hídrico en la región.
Bolaños explicó que el funcionamiento parcial de la planta no compromete los objetivos de abastecimiento. Aseguró que se están tomando medidas para optimizar su rendimiento y garantizar que tanto el consumo doméstico como las necesidades del sector agrícola estén cubiertas adecuadamente.
Con esta iniciativa, el gobierno busca tranquilizar a los ciudadanos y agricultores sobre la disponibilidad de agua, especialmente en épocas críticas donde el riego es esencial para mantener las cosechas y asegurar la producción alimentaria.
El ministro también hizo hincapié en el compromiso del gobierno con un desarrollo sostenible y responsable del recurso hídrico. En este sentido, se están evaluando diversas estrategias para mejorar la eficiencia de las instalaciones existentes y explorar nuevas tecnologías que permitan maximizar la producción de agua desalada.
La desaladora de Carboneras representa un pilar clave en los esfuerzos por abordar los desafíos hídricos en Andalucía, y su adecuada gestión es vital para el futuro del suministro de agua en la región.