¡Que no cunda el pánico, almerienses! El Reino Unido nos veta el jamón serrano, pero que no nos veten la alegría de vivir.
¿Os habéis enterado de la última noticia? Resulta que el Reino Unido ha decidido vetar los productos de la Unión Europea. Y cuando digo productos, me refiero a cosas muy serias. Y a cosas muy nuestras.
Imaginaros la escena: un primo de mi padre, que vive en Carboneras y es más de campo que la amapola, se va de viaje a Londres con su mochilita, con su boina, y con su saquito de jamón serrano. A ver, un saquito pequeño, para el viaje. El caso, que el muchacho se va a Londres, se pone en la cola del control de pasaportes, y de repente, ¡zas!, le dicen que no puede pasar con su jamón.
Y diréis, ¿por qué? Pues, ni más ni menos, que por un virus. Dos, de hecho. La fiebre aftosa y la peste porcina africana. A ver, que no son para tomárselo a risa, que podrían acabar con el ganado. Y eso sería un drama, tanto para ellos, como para nosotros. Pero de verdad, ¿vetar el jamón serrano?
¡Madre mía! ¿Y qué pasa si alguien quiere llevar un trozo de salchichón de Huércal-Overa para los amigos? ¿O un poco de queso de Tabernas para los familiares? Que no se puede.
Y yo me pregunto: ¿dónde queda el amor por la buena comida? ¿Dónde queda el amor por el jamón serrano, por el salchichón, por el chorizo, y por el queso? ¿Por esos productos que nos hacen tan felices?
Pues, ni más ni menos, que en nuestra Almería. Porque a ver, ¿qué es un viaje si no puedes llevarle a tus amigos un trozo de tu tierra?
Así que, ya lo sabéis, si vais a viajar al Reino Unido, ni se os ocurra llevaros nada. Pero, sobre todo, no os olvidéis de la alegría. Y de la buena comida. Que eso no nos lo pueden quitar.
Y ya sabéis, ¡siempre con una sonrisa!