La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha finalizado recientemente una nueva campaña de anillamiento de pollos de alimoche (Neophron percnopterus). Este emblemático y amenazado ave forma parte del patrimonio natural andaluz. En esta edición, se han marcado 21 nuevos ejemplares, lo que eleva el total a 391 individuos identificados desde el año 2000.
El anillamiento se enmarca dentro del Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas, que busca proteger a las especies en peligro. El alimoche, una rapaz migradora que cruza el Estrecho cada primavera desde el Sahel africano para criar en Andalucía, ha sufrido un notable declive por causas humanas. Las medidas implementadas buscan revertir esta situación.
Actualmente, Andalucía cuenta con 26 territorios de cría activos, ocupados por parejas reproductoras. La mayoría se localizan en la provincia de Cádiz, mientras que otros territorios están dispersos en Sierra Morena (Córdoba), las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) y la Serranía de Ronda (Málaga). Esta fragmentación territorial refleja los desafíos que enfrenta la especie, como ha señalado Juan Antonio Martín, jefe del Servicio de Geodiversidad y Biodiversidad: «A pesar de que la población ha mostrado signos de estabilización, sigue siendo muy vulnerable debido a la elevada mortalidad no natural asociada al uso ilegal de venenos, los parques eólicos y los tendidos eléctricos».
El proceso de anillamiento se lleva a cabo cada julio, cuando los pollos aún permanecen en sus nidos y son lo suficientemente grandes para ser manipulados sin riesgo. Técnicas especializadas permiten acceder a ellos con seguridad. Cada ave recibe dos anillas: una metálica con un número oficial y otra plástica más grande para facilitar su identificación a distancia. Algunos jóvenes también son equipados con emisores GPS para un seguimiento exhaustivo durante toda su vida.
«Esta información nos proporciona datos esenciales para conocer cómo se comportan los individuos marcados: sus rutas migratorias, zonas de alimentación y factores que amenazan su supervivencia», ha comentado Martín. Sin estos datos sería complicado implementar medidas eficaces para su conservación. «El anillamiento y el seguimiento satelital son herramientas imprescindibles para diseñar políticas basadas en el conocimiento científico», añadió.
Además del anillamiento, la Junta está llevando a cabo otras iniciativas para reforzar las poblaciones locales. Una medida innovadora es la liberación de ejemplares nacidos en cautividad en el Zoobotánico de Jerez y rehabilitados en los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas. Estos alimoches jóvenes pasan un tiempo en instalaciones controladas antes de ser liberados en entornos naturales estratégicos como el Parque Natural de Los Alcornocales o las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, aumentando así sus posibilidades de supervivencia. Este año se han liberado once ejemplares como parte del programa.
El Plan incluye censos anuales, vigilancia territorial y coordinación con programas como la Estrategia Andaluza contra el uso de cebos envenenados. «Trabajamos en todos los frentes para garantizar la supervivencia del alimoche en Andalucía. Es un compromiso que va más allá de lo simbólico; es una responsabilidad con nuestra biodiversidad», afirmó Martín.
A pesar del mínimo histórico registrado en 2017 con solo 23 territorios ocupados, el esfuerzo continuo ha permitido frenar esta regresión. Aunque la situación sigue siendo frágil, la actual estabilización y ligero aumento poblacional ofrecen motivos para el optimismo. Andalucía se mantiene como un refugio crucial para el alimoche en la Península Ibérica, gracias al trabajo conjunto entre administraciones, centros de recuperación e investigadores.
Cifra | Descripción |
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21 | Pollos de alimoche anillados en 2025 |
391 | Total de ejemplares marcados desde el año 2000 |
26 | Territorios de cría activos en Andalucía |
20 | Parejas reproductoras localizadas en la provincia de Cádiz |