Opinión

¡Ay, la que se ha liado con las uñas!

Aixa Almagro | Domingo 14 de septiembre de 2025

Como buena almeriense, una es muy de arreglarse y ponerse mona para salir a pasear por el paseo marítimo de El Zapillo, aunque mi abuela siempre dice que 'la belleza está en el interior'. Y es verdad, pero un toque de color en las uñas no le hace daño a nadie, ¿o sí?

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Pues parece que la Unión Europea ha dicho 'hasta aquí hemos llegado' y le ha puesto la cruz a dos componentes de los esmaltes semipermanentes. ¡Dos! Y no es por el brillo o el color, no, es que los han metido en la lista esa tan seria de los CMR, que son químicos que dan más miedo que un nublao. Resulta que pueden producir mutaciones, cáncer o fastidiar lo de tener retoños. ¡Casi nada!

En concreto, han puesto el foco en la parte de la toxicidad reproductiva. O sea, que estos esmaltes podrían causar problemas de fertilidad o afectar a los embarazos. ¡Madre mía! Yo me he quedado de piedra. Me he acordado de mi prima, la Pepi, que siempre va con las uñas perfectas y que lleva ya unos cuantos años intentando tener un crío. ¿Y si el problema es de las uñas?

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Claro, que esto es como todo. Te pones a leer la letra pequeña y te das cuenta de que no es que por una vez que te pongas las uñas ya te vayas a quedar estéril, pero sí que hay un riesgo si se usa de forma habitual y si, como en muchas ocasiones, los productos no están homologados.

Mi madre, que es más de refranero que de Instagram, siempre me dice que “el exceso es malo, hasta en la sopa”. Y en este caso, creo que tiene toda la razón. Y es que en Almería, que somos de sol y de alegría, tendemos a ir de un extremo a otro, sin término medio. Y con esto de las uñas, parece que nos hemos pasado de la raya.

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A ver, que no cunda el pánico. Lo que tenemos que hacer es ser un poco más conscientes de lo que nos ponemos en el cuerpo. Porque al final, la salud es lo más importante. Y no hay uñas bonitas que valgan si no estamos bien por dentro. Así que, yo por ahora me voy a pasar al esmalte tradicional, o a lo mejor me hago una manicura francesa, que es más de andar por casa. Y de paso, le doy un descanso a mis uñas y a mi salud. ¡Ahí queda eso!