Un nuevo estudio de gran relevancia, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Almería, ha logrado trazar la expansión de la civilización fenicia a través de un mapa cronológico y detallado. Este hito científico ofrece una visión sin precedentes de cómo estos navegantes de la Antigüedad crearon una de las redes de intercambio más influyentes en la historia.
El trabajo ha sido el resultado del esfuerzo conjunto de varios grupos de investigación: el HUM-741 – El legado de la antigüedad, que incluye a José Luis López Castro y Susana Carpintero Lozano, junto con el grupo RNM-949: Tecnología, Energía y Medioambiente (TEM), liderado por Francisco Manzano Agugliaro. Además, se ha contado con la colaboración externa del grupo Tecnologías de la información Geoespacial, Gráfica e Hidrológica – RNM-931 (Universidad de Sevilla), dirigido por Carmen Marín Buzón. La investigación se titula ‘Phoenician colonization from its origin to the 7th century BC’ y ha sido publicada en la revista ‘Journal of Maps’ de Taylor & Francis.
La motivación detrás de esta investigación proviene de los hallazgos arqueológicos en la antigua ciudad de Útica (Túnez), reconocida como una de las primeras fundaciones fenicias en Occidente. Este estudio permite comprender cómo los fenicios lograron conectar pueblos, recursos y culturas desde el siglo IX a.C. Con sus asentamientos, introdujeron innovaciones cruciales como la escritura, el cultivo del olivo y la vid, así como la difusión del hierro, transformando profundamente las sociedades locales.
Los fenicios fueron una civilización destacada en el mundo antiguo, caracterizada por su estratégica expansión y sus amplias redes comerciales. Su influencia se extendió por todo el Mediterráneo hasta alcanzar la costa atlántica y puntos clave del norte de África. Allí, sus asentamientos facilitaron no solo la difusión agrícola sino también contribuyeron al desarrollo económico y cultural.
A partir del siglo VIII a.C., el crecimiento demográfico llevó a los fenicios a multiplicar sus asentamientos coloniales para acomodar a una población en aumento y explotar los recursos naturales disponibles. Estos enclaves estaban concentrados cerca de los estrechos de Gibraltar y Sicilia, convirtiéndose en importantes centros urbanos y territoriales. Para el siglo VII a.C., las colonias más antiguas en Occidente ya habían establecido nuevos asentamientos en áreas previamente deshabitadas.
El nuevo mapa cronológico no solo incluye las coordenadas geográficas de los sitios fenicios con fundaciones verificadas, sino que también ilustra cómo esta expansión delineó dos grandes regiones político-territoriales: el Mediterráneo central y el occidental. Los resultados obtenidos son cruciales para el ámbito científico y buscan acercar al público general un conocimiento más preciso sobre los orígenes de esta civilización. La divulgación de esta publicación tiene como objetivo despertar un mayor interés ciudadano por el patrimonio arqueológico, reforzando así la identidad cultural del Mediterráneo tal como lo conocemos actualmente.