La Vuelta ha emitido un comunicado en el que califica de lamentables los incidentes ocurridos durante la etapa final de la competición, los cuales impidieron la conclusión adecuada del evento. En este contexto, se ha celebrado la victoria de Vingegaard, quien fue reconocido en un podio improvisado ubicado en el garaje de un hotel.
Durante la última etapa de La Vuelta a España, que tuvo lugar en el centro de Madrid, se registraron cargas policiales y actos de violencia, incluyendo el lanzamiento de vallas y botellas. Estos acontecimientos alteraron significativamente el desarrollo normal de la carrera y generaron una atmósfera tensa entre los asistentes.
A pesar de los disturbios, La Vuelta ha expresado su satisfacción por el desempeño del ciclista ganador. La organización ha manifestado su deseo de que situaciones como estas no vuelvan a repetirse en futuras ediciones del evento. La seguridad de todos los participantes y espectadores es una prioridad para los organizadores.
El reconocimiento a Vingegaard se realizó en un ambiente complicado, pero su triunfo fue destacado por su esfuerzo y dedicación a lo largo de toda la competición. Este tipo de situaciones pone de relieve la importancia de mantener un entorno seguro durante eventos deportivos significativos.