Opinión

Bodas por la iglesia

Aixa Almagro | Martes 30 de septiembre de 2025

Vaya, vaya, con la que está cayendo en el mundo de los "sí, quiero". Mi abuela, que es más de tradición que el Indalo, me ha puesto al día con la noticia, y casi se le cae la tostada del desayuno del susto. Y es que, ¿quién lo diría? Las bodas religiosas, esas que siempre hemos visto como el pan nuestro de cada día en Almería y más allá, están perdiendo fuelle.

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No sé vosotros, pero yo siempre he tenido la imagen de una boda de las de antes: el traje de mi padre, que me recuerda a cuando me llevaba a ver el atardecer en el Parque Nicolás Salmerón; mi tía preparándome el velo, con ese mimo que solo ella tiene; y mi madre, más nerviosa que un pulpo en un garaje. Todo eso, con el olor a azahar de fondo, y de telón, una de nuestras iglesias, con la Catedral como la joya de la corona.

Pero, como me dice mi padre, "los tiempos cambian, hija". Y vaya si cambian. Ahora lo que se lleva es lo moderno, lo personalizado, lo que te hace sentir único. Y me parece genial. ¿Por qué no? La gente quiere algo que hable de ellos, de su historia.

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Ahora los 'wedding planners' son los nuevos héroes, los genios que te montan una fiesta a medida, más original que la de un guionista de Hollywood. Me imagino bodas en la Alcazaba, con vistas al mar; o en un cortijo de Las Norias de Daza, con ese toque rústico que tanto me gusta. Y, por qué no, una boda en la playa, con una puesta de sol en Cabo de Gata que te dejaría sin aliento.

Y a vosotros, ¿qué os parece este cambio de aires? ¿Sois de tradición o de modernidad?