La Consejería de Salud y Consumo ha dado un paso significativo al implementar los Equipos de Tratamiento Intensivo Comunitario (ETIC), con el objetivo de mejorar la atención a las personas que enfrentan problemas graves y complejos de salud mental. En este contexto, el consejero de Salud y Consumo en funciones, Antonio Sanz, ha subrayado que «estos equipos, compuestos por profesionales especializados y con un enfoque de acompañamiento cercano, buscan ofrecer una atención más humana, accesible y comunitaria».
En Andalucía, se estima que aproximadamente 2,4 por cada 1.000 habitantes son diagnosticados con Trastorno Mental Grave, lo que se aproxima a la prevalencia observada en estudios internacionales. Además, hay un aumento en los casos relacionados con Trauma Complejo. Generalmente, estas personas reciben atención intensiva en dispositivos de tercer nivel, complementando así el trabajo realizado por las Unidades de Salud Mental Comunitaria y diversos programas de Faisem. Sin embargo, muchos requieren una respuesta asistencial diferente.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, Sanz ha señalado que «para responder a esta realidad, desde el Ejecutivo andaluz se han puesto en marcha, en los últimos años, 40 equipos ETIC, formados por psiquiatras, psicólogos clínicos, trabajadoras sociales, terapeutas ocupacionales, enfermeras especialistas en salud mental y monitores», distribuidos por toda Andalucía.
Estos equipos tienen como objetivo principal atender a colectivos especialmente vulnerables: jóvenes con su primera experiencia psicótica, personas con problemas graves de salud mental sin vinculación a la red o que no responden a tratamientos convencionales, así como aquellos en riesgo de exclusión social o situación de sinhogarismo. «Su misión es acompañar a las personas en su entorno cotidiano, fomentando su recuperación y autonomía y conectándolas con los recursos sociales y sanitarios existentes», ha afirmado el consejero.
Sanz también ha enfatizado que «la actuación de estos equipos ha supuesto un importante avance y mejora de la calidad, la atención y la recuperación de estas personas y sus familias», preservando sus derechos y promoviendo su participación. Esto representa una atención cercana que facilita la conexión con otros sectores sociales y amplía la red de apoyo para quienes enfrentan estos desafíos.
Un ejemplo destacado del funcionamiento efectivo del modelo ETIC es el equipo del Hospital Virgen de la Victoria en Málaga. Este equipo es el más numeroso de Andalucía e incluye tres psiquiatras, dos psicólogas clínicas, cuatro enfermeras especialistas y dos monitoras de FAISEM.
El ETIC trabaja desde una perspectiva centrada en la persona. Este enfoque reemplaza los modelos tradicionales enfocados únicamente en síntomas por uno basado en necesidades individuales donde cada persona es escuchada y alentada a liderar su propio proceso de recuperación.
A través de esta mirada comunitaria, el equipo ha desarrollado varios proyectos pioneros. Uno notable es 'La Casa Libre', creado junto a la Fundación RAIS-Hogar Sí. Este programa ofrece viviendas con apoyos flexibles para personas sin hogar que necesitan seguimiento en salud mental. Los resultados han mostrado que un hogar estable mejora significativamente el bienestar general y reduce las hospitalizaciones.
Otro proyecto innovador es 'La Mariskal', impulsado por la asociación AFENES. Se trata de un espacio abierto durante fines de semana y festivos donde individuos con problemas mentales o exclusión social pueden acudir libremente para compartir experiencias y participar en actividades enfocadas en su recuperación. En este entorno libre de coerción diagnóstica, trabajan Agentes de Apoyo Mutuo que han logrado atraer a muchas personas que antes evitaban los servicios tradicionales.
A medida que aumenta la demanda entre quienes están sin hogar o en riesgo de estarlo, el ETIC también ha lanzado el ‘Programa Átopos’. Este programa está dirigido a aquellas personas fuera del sistema sanitario o social debido a su situación crítica. A través del Programa Sin Hogar (PSH) de FAISEM se están estableciendo alianzas significativas para abordar estas necesidades.
El equipo malagueño se encuentra ahora ante un nuevo reto: 'La Burbuja'. Este proyecto buscará ofrecer alternativas a las hospitalizaciones tradicionales mediante casas crisis y espacios relacionales no coercitivos. La iniciativa se basa en una colaboración activa entre profesionales del sector sanitario, entidades sociales y usuarios mismos para consolidar un modelo público y comunitario respetuoso con la libertad y dignidad personal.