El Índice de Precios de Consumo (IPC) en la provincia de Almería aumentó un 2,9% en septiembre de 2025 respecto al mismo mes del año anterior, según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA). La cifra deja a la provincia en la media andaluza —idéntica a la registrada en Jaén y solo una décima por debajo de Cádiz y Granada—, aunque con un comportamiento interno muy desigual según los grupos de consumo.
El informe revela que los mayores incrementos de precios se registraron en “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, con un fuerte repunte del 8,8% interanual, y en “Restaurantes y hoteles”, con una subida del 4,2%, dos sectores muy vinculados a la coyuntura energética y turística. En ambos casos, Almería figura entre las provincias andaluzas con mayores incrementos.
En el extremo opuesto, destacan las caídas en el grupo de “Vestido y calzado”, con una bajada interanual del -1,4%, y el descenso mensual del -0,3% en “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, que pese a ello mantienen un alza anual del 2,3%.
El IPC general de Almería, con un índice de 117,8 puntos, se sitúa por debajo de Málaga (120,5) y Huelva (119,5), pero ligeramente por encima de Sevilla (118,6), Granada (119,0), Córdoba (118,8), Jaén (119,1) y Cádiz (118,9). En lo que va de año, la subida acumulada de precios en la provincia es del 1,6%, un dato contenido respecto a los incrementos energéticos del invierno anterior.
El repunte más llamativo en Almería se produce en la energía y los suministros domésticos, con una subida del 8,8% interanual, superior a la media andaluza. Este grupo refleja el impacto de la electricidad y el gas, que han tenido un comportamiento especialmente volátil en el tercer trimestre, coincidiendo con las olas de calor y el aumento del consumo eléctrico.
También suben con fuerza los “Restaurantes y hoteles”, con un 4,6% de variación acumulada en lo que va de año y un 4,2% interanual, impulsados por la temporada turística y por la recuperación de los precios de la hostelería tras la moderación del año anterior.
Por el contrario, los grupos de “Transporte” (1,2%) y “Ocio y cultura” (0,8%) muestran una contención notable, situándose entre los más bajos de Andalucía, reflejo de una menor presión en los carburantes y de la estabilización del sector cultural.
El panorama andaluz presenta una inflación media del 3,0% en la comunidad autónoma, con Málaga (3,4%) a la cabeza y Córdoba (2,7%) como la más contenida. Almería se mantiene en el punto medio, con una subida idéntica a la de Jaén y apenas una décima por debajo del promedio autonómico.
Málaga sobresale por la fuerte subida de los precios del vestido y calzado (8,2%) y de la vivienda (7,4%).
Huelva lidera la inflación en energía, con un incremento del 9,2%, el más alto de Andalucía.
Cádiz y Sevilla presentan evoluciones similares, con un 3,0% y 3,1% interanual respectivamente, mientras que Granada alcanza el 3,2%.
Jaén, con un 2,9%, iguala a Almería, aunque con un patrón distinto: sube más en hostelería y menos en energía.
El comportamiento homogéneo en los precios andaluces confirma que la inflación se ha estabilizado tras los picos de los últimos años, aunque la presión sobre los suministros básicos sigue siendo un reto para los hogares con menos margen económico.
Por sectores, los precios de alimentos siguen creciendo, pero a un ritmo más moderado que en 2023. El índice de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” se sitúa en 131,1 puntos, el tercero más bajo de Andalucía, solo por encima de Sevilla (130,9) y Córdoba (131,4). La bajada mensual del -0,3% sugiere una cierta contención en la cesta básica, aunque el nivel general sigue siendo elevado respecto a los años previos a la pandemia.
El grupo de “Bebidas alcohólicas y tabaco” sube un 2,8% interanual, mientras que la enseñanza lo hace un 2,7%, ambos algo por encima de la media autonómica. En cambio, los muebles y artículos del hogar apenas varían un 1,1%, y las comunicaciones se mantienen estables, con solo un 1,1% de incremento anual.
La sanidad, con un 2,0% más que hace un año, presenta un comportamiento similar al del conjunto de Andalucía, donde los servicios médicos y farmacéuticos siguen subiendo moderadamente.
La ligera subida mensual del 0,1% en septiembre apunta a una tendencia de estabilidad en los precios de consumo en Almería. Sin embargo, la diferencia entre sectores esenciales —energía y alimentación— y otros más volátiles como el ocio o el vestido refleja que la desigualdad en la inflación sigue afectando de forma distinta a los hogares según su perfil de gasto.
En términos reales, la provincia mantiene un nivel de precios inferior al de las áreas metropolitanas andaluzas, lo que modera el impacto sobre la economía familiar, pero deja margen de mejora en la capacidad adquisitiva, especialmente ante el peso que tiene la energía en la vida doméstica y el turismo en la actividad local.
Almería cierra septiembre con un IPC que crece al mismo ritmo que el promedio andaluz, impulsado sobre todo por la electricidad, el gas y la hostelería. El resto de grupos muestra una evolución más equilibrada, lo que sugiere que, pese al encarecimiento de algunos servicios clave, la provincia mantiene una inflación contenida dentro del contexto andaluz. El desafío, según reflejan los datos, seguirá siendo la energía y la vivienda, los dos motores que más encarecen el día a día de los almerienses.