Los Vivancos son siempre sorprendentes cuando se suban el escenario. El viernes llegaban a Roquetas de Mar con su último espectáculo ‘Colgando las botas’, donde durante hora y media el público solo aplaudió, se puso en pie y no pestañeó.
Los Vivancos son los reyes de la danza-espectáculo, transmiten siempre mucho poderío y realmente su potencia y su energía llegaba al patio de butacas. En Roquetas dejaron su esencia y su sello único. Tanto fue la emoción vivida que una buena parte del público los esperó a las puertas del Auditorio para saludarlos.
Para los seguidores de Los Vivancos el espectáculo ofrecido es sublime, increíble e incluso pasional, donde reina la sincronía. Para los que fueron a verlos por primera vez, se sale del teatro con una visión distinta de lo que hoy es la danza y sobre todo, sosteniendo la gran belleza que se transmite desde un escenario con el baile.
El espectáculo que resulta mágico e incluso parece que el tiempo vuela llega a mezclar varios estilos como es el flamenco, danza contemporánea, música en directo, zapateado rítmico, y efectos visuales. Pero en todo momento reina una armonía excelente en el escenario.
Hubo momentos donde el público tuvo que contener la respiración porque parecían los hermanos llegados de otro planeta. Algunos todavía se preguntan como el ser humano tiene la capacidad de entrega y sacrificio en un espectáculo que reúne momentos de los mejores espectáculos de esta formación.
Los Vivancos dejaron constancia de la gran conexión que tuvieron con el público que acudió al Teatro Auditorio de Roquetas. Bailar es algo que ellos hacen de forma magistral, pero luego están los pequeños detalles que hacen esa conexión tan especial. Casi al final del espectáculo bajan al patio de butacas, y los hermanos se reparten saludando y dando la mano al público.
Aunque muchos piensen que hay margen para la improvisación, Los Vivancos son precisos en sus movimientos. Hay algunos zapateados que cortan la respiración, puesto que incluso el artista llega a respirar fuerte ya que había mucho sacrificio en lo que acaba de interpretar. Pero no hay tiempo ni para el descanso ni para pensar. Era bailar, bailar y bailar.
El colofón de la noche llegaba con las acrobacias invertidas de los Hermanos. Algo insuperable que el público lo disfrutó a lo grande en este gran espectáculo de Los Vivancos. Al final, todos satisfechos y contentos. Los Hermanos con el objetivo cumplido y el público emocionado de haber visto un espectáculo único.