La empresa de moda Shein ha decidido interrumpir la venta de productos que son ofrecidos por vendedores externos. Esta medida se toma en el contexto de un escándalo relacionado con la comercialización de muñecas sexuales, lo que ha generado una fuerte controversia.
En respuesta a esta situación, Shein ha manifestado su intención de colaborar con las autoridades judiciales francesas. La compañía se compromete a facilitar la identidad de los compradores involucrados en esta polémica.
La suspensión temporal de las actividades comerciales de Shein se mantiene hasta que la empresa pueda demostrar que cumple con la legislación vigente en Francia. Este paso es crucial para abordar las preocupaciones planteadas por el público y las autoridades sobre la legalidad de sus operaciones.
A medida que avanza la investigación, se espera que Shein proporcione toda la información necesaria para aclarar su posición y asegurar el cumplimiento normativo. La situación actual subraya la importancia del respeto a las regulaciones locales por parte de las plataformas de comercio electrónico.