En Sevilla, desde ayer tarde, se viene hablando del futuro del Partido Popular Andaluz. Moreno Bonillo recibirá el beneplácito de más de cinco militantes que se van a reunir a lo largo de estos dos días en la capital hispalense. La primera novedad de cara a la galería pepera almeriense es que la alcaldesa de la capital estará en la presidencia de la mesa del congreso. Enhorabuena, María del Mar, no deja de ser un escaparate para tu carrera.
Acuden como invitados dos presidentes autonómicos, López Miras de Murcia y Ayuso Díaz de Madrid. Reconozco que de la política llevada a cabo por el murciano no me he preocupado demasiado, con lo cerquita que lo tenemos y con tanto como nos une. Llama la atención la presencia de Ayuso, que está en las antípodas de la política de Moreno Bonilla. Se puede entender que lo que se quiere desde la presidencia del Pp andaluz es intentar parar los votos jóvenes que se van cada día a Vox, y para ello buscan la presencia de una política que ha logrado pararlos en la comunidad de Madrid.
Cierto que lo ha logrado con sus palabras, con una guerra abierta con el gobierno del emperador de la Begoña, mientras que los hechos, como decía Julio Anguita, están aún por ver. Sabiendo que a las palabras se las lleva el viento, y más cuando vienen desde el atril de un político, vamos a esperar a lo que nos dice el congreso del Partido Conservador Andaluz. No espero sorpresa alguna por parte de Juanma Moreno, pero todo puede ocurrir, cuando las encuestas te dicen que Vox sube y que a ti te peligra la mayoría absoluta. Gobernar con Vox, depender de algún voto de los de Abascal, puede ser complicado para un político moderado, tranquilo, como se ha definido Moreno Bonilla, a no ser que te encuentres con algún voto que decidiera apoyar tus políticas, abandonando al grupo con el que logró el escaño.
No adelantemos acontecimientos. Esperemos a los discursos de hoy, oigamos lo que tenga que decirle al electorado de la derecha popular el presidente, y que será renovado con más del noventa por ciento de los votos para que organice la candidatura del año que viene. Pero no olvidemos que son más de siete años los que lleva gobernando el Pp en Andalucía, y que de las palabras se tendría que haber pasado a los hechos, y en muchos casos no los hemos visto. Más promesas sería, tras los miles de días que lleva el Pp en el poder de Sevilla y sus periferias, reconocer que han faltado las realidades, aquellas que se vienen ofreciendo año tras año y que siguen siendo promesas. Ahora, casi ocho años después, nos dicen, ha llegado el momento de arreglar la sanidad. Más vale tarde que nunca. Pues nada, nos quedamos a la espera de lo que hoy nos cuenten desde la tierra de María Santísima.