La autoridad judicial ha ordenado el ingreso en prisión de nueve de las 16 personas detenidas la semana pasada en el marco de la operación ‘Lukenan’ de la Guardia Civil, que se saldó con una de las mayores incautaciones de cocaína registradas en la provincia de Almería. La operación, coordinada por la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia 2 de Berja, investiga los delitos de pertenencia a grupo criminal, contra la salud pública y tenencia ilícita de armas. Los arrestados fueron trasladados a los juzgados de Almería, Roquetas de Mar y El Ejido, en funciones de guardia.
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Las autoridades calificaron la operación de “histórica” debido a la cantidad de droga intervenida, que ascendió a 1.486 kilos de cocaína en total. Prácticamente la totalidad, más de 1.484 kilos, fue localizada en el garaje de una vivienda en La Puebla de Vícar, donde se repartía en 1.260 pastillas ocultas en 86 cajas de cartón y dos sacos. La droga estaba dividida en once lotes con distinta nomenclatura como ‘X-80’, ‘555’ u ‘888’, y está pendiente de análisis para determinar su valor exacto en el mercado ilícito, estimado en cientos de millones de euros.
El operativo, que supuso el despliegue de unos 120 agentes de la Guardia Civil, se desarrolló tras realizar nueve registros domiciliarios en seis municipios de la provincia: Pechina, Viator, Roquetas de Mar, La Mojonera, Vícar y El Ejido. Además de la cocaína, se aprehendieron 774 plantas de marihuana, un kilo de cogollos, cuatro armas cortas de detonación, munición de calibre nueve milímetros, balanzas de precisión, útiles para el cultivo de marihuana y 22.000 euros en efectivo.
La investigación de la Guardia Civil, que se inició el 21 de mayo a raíz de la intervención de una plantación de cannabis indoor con 488 plantas en una vivienda de la pedanía de Lucainena, en el municipio de Alcolea, apunta a la existencia de un entramado “perfectamente organizado” y “jerarquizado”.
Las pesquisas señalan a un hombre de origen rumano como el supuesto cabecilla del grupo, a quien sus subordinados denominaban ‘Boss’ (jefe) o ‘King’ (rey), y ante quien mostraban “temor” y “respeto”. La vivienda de este principal sospechoso, localizada en la provincia, contaba con fuertes medidas de seguridad, incluyendo hasta 22 cámaras distribuidas por la finca. Al detenido se le intervinieron 24 relojes de alta gama, un juego de seis cucharas de plata, un arma corta, abundante munición, un teléfono satelital, otro teléfono encriptado de criptomonedas y un bloqueador de GPS.
Según la investigación, el supuesto líder se encargaba de los pagos a los integrantes de la organización por los cultivos de marihuana y el mantenimiento de los puntos de venta de estupefacientes, contando con un subordinado que actuaba como intermediario. Algunos de estos puntos de venta ligados al tráfico de cocaína se consideraron “altamente activos” y la organización llegaba a implicar a familias completas. En el escalafón más bajo del entramado se ubicaban varios de los detenidos encargados del mantenimiento de las plantaciones de marihuana, localizadas principalmente en Alcolea y Pechina, quienes rotaban en turnos para recolectar, secar y envasar la droga.
La documentación hallada en la primera plantación de cannabis intervenida en Alcolea permitió identificar a los posibles miembros de esta estructura criminal, compuesta mayoritariamente por personas de origen español. Los indicios llevaron a los investigadores a una segunda vivienda con cultivo de marihuana en Pechina y a otros domicilios utilizados como puntos de venta al menudeo de cannabis y cocaína, especialmente en La Mojonera.
Las autoridades trabajan aún para esclarecer el origen exacto de la cocaína intervenida y determinar si su destino final era la venta al menudeo o si la organización preveía su distribución a gran escala o incluso a nivel internacional.