El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación del Estado español, Luis Planas, ha manifestado su satisfacción con el acuerdo político alcanzado en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) sobre las posibilidades de pesca para 2026. Los resultados de las negociaciones, que se prolongaron durante dos días, han sido calificados por el ministro como “un resultado positivo para la globalidad y la diversidad de las pesquerías españolas”.
El punto central del acuerdo, y que era el “objetivo estratégico” de España en este Consejo, es la gestión del Plan del Mediterráneo. El acuerdo garantiza que la flota de arrastre del Mediterráneo, que incluye a los buques con base en la provincia de Almería, dispondrá de 143 días de pesca para 2026, sin necesidad de aplicar nuevas medidas complementarias. El ministro ha enfatizado que lo más importante de este logro es que “se revierte una tendencia de recortes” que venía afectando gravemente al sector. Esta asignación garantiza la viabilidad de las 556 embarcaciones de arrastre que operan en esta cuenca.
Planas ha recordado la difícil situación de partida, con una propuesta inicial de la Comisión Europea de tan solo 9,7 días de pesca, una cifra que, según el ministro, suponía prácticamente “desterrar a los pescadores del Mediterráneo”. El año anterior, la flota había comenzado con una propuesta de 27 días, que pudo ampliarse a 130 gracias a la aplicación de medidas compensatorias como el cambio de mallas y la ampliación de vedas. El acuerdo actual de 143 días, que es superior al que se logró en 2025, no está condicionado a la aplicación de nuevas medidas, más allá de las que ya se utilizan (ancho de mallas, puertas voladoras y vedas espacio-temporales), lo que supone un “salto muy importante”.
El ministro ha destacado la “inteligencia estratégica” de mantener la unidad con Francia e Italia, así como el reconocimiento por parte de la Comisión y el Consejo a los esfuerzos realizados por los pescadores españoles. Estos esfuerzos, que incluyen la aplicación de medidas selectivas, están teniendo resultados positivos en el mantenimiento de las especies, según reflejan los informes científicos. Planas ha concluido que “los pescadores españoles del Mediterráneo han demostrado que es posible pescar y conservar”.
En relación con el futuro, el ministro ha informado del compromiso del comisario de Pesca, Costas Kadis, de reformar el reglamento de pesca del Mediterráneo. Esta reforma, solicitada por España, Francia e Italia, busca modificar la referencia utilizada para el establecimiento de las posibilidades de pesca, dejando de basarse únicamente en la especie que está en peor situación biológica para tener en cuenta la realidad de una pesca multiespecies.
En el Atlántico, el Estado español también ha conseguido resultados positivos, especialmente en cuotas de especies valoradas como la merluza sur, con 10.953 toneladas (el 65% del total de la UE); el gallo, con un incremento del 11% hasta 4.375 toneladas; y el boquerón o anchoa, donde se produce un incremento del 60% para el Golfo de Cádiz, al pasar de 7.266 a 11.639 toneladas, beneficiando a las flotas de Cádiz y Huelva. Por otro lado, la cuota de cigala experimenta una importante reducción de casi el 50%, fijándose en 15 toneladas, aunque hay un compromiso para realizar una revisión científica en 2026.
Además, España ha obtenido un incremento del 17% en la cuota de atún rojo para el trienio 2026-2028, lo que supone 7.938 toneladas, 1.155 más que este año, un logro que beneficia a distintas flotas a lo largo de todo el litoral español. También se logró salvar el acceso a la pesquería del besugo en el acuerdo con Reino Unido, manteniendo la cuota de 85 toneladas, cuando se proponía un TAC 0.